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on la participación del obispo de la Diócesis de Gualeguaychú, monseñor Jorge Lozano, el presidente del Consejo Pastoral de la Iglesia Evangélica, Luis Aranda, el secretario del Consejo Pastoral, Lucas Torres, y el representante del gremio ATE, Oscar Novoa, manifestaron la preocupación sobre el avance de la ludopatía en la ciudad y la necesidad de generar un diálogo para frenar el avance de estos emprendimientos. Tal como se precisó en el diario El Argentino, Lozano aclaró que no se busca cerrar el casino existente y dejar a la gente que allí trabaja sin su empleo, pero si impulsó enérgicamente la necesidad de impedir la apertura de más emprendimientos similares en la ciudad. “Los tres obispos de la Provincia le hemos planteado al gobernador nuestra preocupación por la apertura de más salas de juego, cuando estaba en estudio la Ley de Turismo". En este sentido el obispo explicó: "Nuestra preocupación tiene que ver con dos situaciones que se generan a partir de la proliferación de la oferta del juego: una tiene que ver con el riesgo de la ludopatía, hay distintas adicciones que a veces padecemos en nuestra condición humana y una de ellas tiene que ver con la condición de jugar, donde la persona comienza la actividad y luego no pueden parar como sucede con la droga y el alcohol, están en una adicción y pierden libertad”. Asimismo, el pastor Luís Aranda destacó que “desde el Consejo de Pastores sabemos que queremos lo mejor para la ciudad, y fomentar nuevas salas de juego es agravar la enfermedad y profundizar el problema”. Y agregó: “Las salas de juego es un gran pantano donde las personas ingresan y quedan empantanados, y luego necesitarán de una soga o una linga para poder sacarlos". Y continuó con su figura: "Pero nos dicen bueno lo que sucede es que la persona que hace el pantano genera trabajo y gana muy bien porque está recuperando todo lo que invirtió en su pantano. Nosotros como cristianos no queremos eso, queremos que el verdadero uso de la libertad nos permita elegir lo que queremos hacer”. Por su parte, Oscar Novoa representante de ATE “Gualeguaychú”, realizó un racconto de las gestiones que llevó adelante desde el 2010, el sindicato de los estatales, para impedir la sanción de la Ley de Turismo que promueve la apertura de salas de juego. El año pasado intentaron impedir la apertura de una sala en un local de Rosario y Urquiza junto al Obispado y a vecinos de la zona. “Nos enteramos que este año querían abrir otra sucursal en el Hipódromo y nuevamente nos opusimos recurriendo a la Iglesia, creemos que con un solo casino es suficiente en la ciudad".