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as últimas declaraciones periodísticas de Jorge Rafael Videla (varias de las entrevistas en las que dio detalles sobre el accionar del Terrorismo de Estado) podrán ser utilizadas en la causa por los crímenes cometidos en el denominado Plan Cóndor. Así lo confirmó el fiscal de esa investigación, Pablo Ouviña. Ouviña también subrayó que la investigación continuará su curso, más allá de la muerte del genocida, ya que hay otros 24 imputados. "Las manifestaciones públicas se van a utilizar en el juicio. Todo se puede utilizar, después los jueces van a asignarle valor", explicó el sábado el fiscal en declaraciones a Radio América. En uno de los materiales periodísticos más impactantes, el represor confiesa que "se asesinó a 7000 u 8000 personas para no provocar protestas dentro y fuera del país". Se trata del libro Disposición final, del periodista Ceferino Reato, quien lo entrevistó varias veces en la prisión federal de Campo de Mayo durante octubre de 2011 y marzo de 2012. En esa publicación Videla reconoció que las Fuerzas Armadas mataron a civiles y que el golpe militar de 1976 fue un error porque "no se necesitaba para combatir la subversión". "Para no provocar protestas dentro y fuera del país, sobre la marcha se llegó a la decisión de que esa gente desapareciera", dijo. Y añadió: "Cada desaparición puede ser entendida, ciertamente, como el enmascaramiento de una muerte." "No había otra solución. Estábamos de acuerdo en que era el precio a pagar para ganar la guerra contra la subversión y necesitábamos que no fuera evidente para que la sociedad no se diera cuenta", justificó Videla. A su vez, en febrero de 2012 el represor dio una entrevista a la revista española Cambio 16 en la que declaró que "en la Argentina no hay justicia, sino venganza", al caracterizar el contexto político en el que se desarrollan los juicios de lesa humanidad en todo el país. También declaró que la única solución para el país es "sacar del gobierno a los Kirchner", a los que calificó de una "lacra". Por su parte, tal como se precisó en Tiempo Argentino, con respecto a la causa, Ouviña sostuvo que lo que dificulta el acceso a información fundamental es el "pacto de silencio" que existe entre los involucrados "desde el momento mismo en que se inició la represión". Recordó que el martes pasado, en la última audiencia del juicio en la que el criminal Videla se negó a declarar por desconocer la competencia y jurisdicción del Tribunal para juzgarlo, el estado físico del imputado se veía "muy deteriorado". Al mismo tiempo, agregó que "tenía dificultades en su memoria. No es que se lo veía mal, pero sí se le notaba cierto desmejoramiento. Siempre se lo veía hablar con sus compañeros de armas. Pero el martes se lo vio cansado, le costó subir al estrado. Estaba muy desmejorado en su salud".