D
e la redacción de INFORME DIGITAL A pocos minutos de tomar estado público la noticia del fallecimiento del ex dictador Jorge Rafael Videla, el secretario de Derechos Humanos de la provincia de Entre Ríos, Julián Froidevaux, dialogó con Radio F5 y dejó sus impresiones y puntos de vista sobre el contexto histórico en que se produjo el deceso y sobre el estado actual de las demandas históricas por justicia para las víctimas y para los responsables del genocidio perpetrado en la Argentina entre 1976 y 1983. Froidevaux definió a Videla como “la representación simbólica y real del genocidio más duro de la historia argentina” y destacó que a diferencia del ex gobernador de facto en Entre Ríos Juan Carlos Trimarco “murió preso y habiéndose podido escribir la historia como corresponde”. En ese sentido recordó que Trimarco murió “sin haber pasado por el banquillo de los acusados. Eso nos dejó una desazón muy fuerte más allá de que sabemos que en la historia Trimarco queda ubicado del lado de los verdugos del pueblo entrerriano”, sentenció. Al momento de ser contactado para la entrevista, el funcionario provincial se encontraba en Mendoza participando de una reunión entre todos los funcionarios de Derechos Humanos de las provincias: “todos hemos podido reconocer aquella frase de Videla que dijo: ‘los Kirchner fueron lo peor que me pasó’. Porque hay un consenso generalizado más allá de la política partidaria de la necesidad y la conquista del pueblo argentino de haber llevado adelante los juicios y seguir llevándolos a cabo”. Igualmente, Froidevaux señaló tareas pendientes: “falta encontrar los restos óseos de ciudadnos argentinos, poder enterrar cada uno a sus muertos, encontrar a casi 400 hermanos y también seguir avanzando con los juicios”, advirtió y al respecto sostuvo que “también hay cómplices civiles, grandes empresarios que han participado y están siendo juzgados como el caso de Blaquier, que tienen también la responsabilidad de romper ese pacto de silencio, médicos. Hay distintos lugares desde donde se puede romper ese pacto de silencio. Videla tenía una gran responsabilidad en eso, no lo hizo porque sus convicciones eran que {el hizo bien lo que tenía que hacer”.