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l juez federal Norberto Oyarbide solicitó informes a la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia en el marco de una investigación por 11 homicidios ocurridos antes del golpe de Estado. Entre los imputados está la ex Presidenta, María Estela Martínez de Perón y una de las víctimas es un estudiante oriundo de Concepción del Uruguay, Juan Ramón Zaragoza. El cadáver del joven tenía 40 impactos de bala de distinto calibre cuando apareció en un balneario cercano a La Plata. La Triple A lo había secuestrado un día antes de su departamento y avisado a su familia, en Concepción del Uruguay, que estaba detenido. Era el 9 de junio de 1975. Chilo, como le decían, tenía 21 años, era estudiante de la carrera de Bioquímica, presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y militante de la Federación Juvenil Comunista. El crimen quedó impune. Pero el calvario de la familia continuó porque dos años después, el 9 de junio de 1977, fue secuestrado, también en La Plata, su hermano Néstor, que continúa desaparecido; y unos meses antes, en marzo, la tumba de Chilo fue profanada en el cementerio de Concepción del Uruguay: desconocidos abrieron un boquete, volcaron combustible y la prendieron fuego. Treinta y tantos años después, el juez federal Norberto Oyarbide solicitó a los organismos de derechos humanos de Concepción del Uruguay una serie de informes para avanzar en la investigación por el crimen de Juan Ramón Zaragoza y otra decena de militantes muertos a manos de la Triple A, la banda de asesinos fundada por José López Rega, el influyente ministro de Bienestar Social del gobierno peronista. El magistrado solicitó, mediante un oficio a la Delegación de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia, que informe sobre “personas que puedan aportar datos y hechos sobre el asesinato de Juan Ramón Chilo Zaragoza”, a lo que se le respondió que durante la gestión de Roque Minatta, “se imprimieron 5 mil ejemplares de un trabajo periodístico efectuado por la revista El Miércoles, que dirige el profesor y periodista Américo Schvartzman, en donde se narran los hechos que solicita”. En la respuesta se remitió un ejemplar del trabajo titulado Informe sobre los desaparecidos uruguayenses, editado para el 24 de marzo de 2010; y se informó al magistrado que se puso en conocimiento de la solicitud a los organismos de derechos humanos “a los efectos de que puedan aportar datos de personas y circunstancias respecto de los hechos vinculados al asesinato”. Investigación Oyarbide tiene a su cargo la causa caratulada “Almirón, Rodolfo Eduardo y otros sobre asociación ilícita - Triple A”, un desprendimiento de una de las investigaciones más añejas de la Justicia Federal, que permanece abierta desde 1975, consignó El Diario. El juez aseguró que los asesinatos de la Triple A son delitos de lesa humanidad, por lo tanto imprescriptibles, por haber sido cometidos desde el aparato del Estado, “bajo su amparo y garantía de impunidad” y consideró que representaron “la antesala del plan sistemático” que implementó la dictadura militar. “La existencia de la Triple A y los distintos hechos cometidos por sus miembros, obedecieron a circunstancias políticas, enmarcadas en cuestiones ideológicas y montada desde el aparato del Estado, bajo cuyo amparo y garantía de impunidad actuó la asociación, en una práctica generalizada que de por sí constituyó una grave violación a los derechos humanos justamente porque fueron implementados y llevados a cabo desde el Estado y por sujetos que respondían a ese poder”, consignó el magistrado. En el expediente se investiga el crimen de Chilo Zaragoza y otra decena de asesinatos y tiene como imputados, además de Almirón, a la ex presidenta María Estela Martínez de Perón, los ex militares Enrique José Del Pino, Miguel Ángel Rovira y el ex policía federal Ricardo Taddei. Almirón y Rovira, fallecieron; al resto se les atribuye el rol de organizadores de una asociación ilícita que tuvo su epicentro en el Ministerio de Bienestar Social y en la Triple A. Alumno ejemplar Zaragoza había nacido el 14 de julio de 1953 en Concepción del Uruguay. Al egresar del Colegio Nacional Justo José de Urquiza, su nombre fue incluido en el Cuadro de Honor de su promoción. En 1971, con 17 años, ingresó a la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP, como alumno de la carrera de Bioquímica, donde volvió a destacarse como uno de los mejores promedios. Allí desarrolló una militancia universitaria y se acercó a la Federación Juvenil Comunista. En mayo de 1975, siendo presidente del centro de estudiantes, encabezó una protesta de alumnos contra la eliminación de la carrera de Bioquímica, planteada por el entonces rector de la universidad y a propuesta del delegado interventor de la facultad. La lucha fue pública y los estudiantes mantuvieron reuniones con legisladores provinciales y nacionales. En esa lucha estaba cuando una patota se metió en su casa, el 8 de junio, y se lo llevó. Una fecha trágica El 9 de junio es un día funesto para la familia Zaragoza: en 1975 fue encontrado el cadáver de Juan Ramón, el mayor de los hermanos, muerto a manos de la Triple A; en 1977 se produjo el secuestro y desaparición de Néstor Omar, estudiante de Medicina en la UNLP. Luisa Cecchini, una luchadora, integrante de Madres de Plaza de Mayo, falleció el 8 de junio de 2002. Tenía severos problemas físicos y una dolencia eterna en el alma. Se fue casi el mismo día del mismo mes que la había marcado dolorosamente.