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e la redacción de INFORME DIGITAL* En Entre Ríos son muchas las escuelas primarias y secundarias que tienen relación con el catolicismo y es por eso que los integrantes del cuerpo docente son monjas que colaboran con la institución desde todo punto de vista, o al menos así lo era hasta hace un tiempo. Es que en toda la provincia, son cada vez menos las mujeres que optan por seguir la vocación de Dios y prefieren elegir otros caminos alejados de tomar los hábitos. En esta parte del país existen tres diócesis, una ubicada en Paraná, otra en Gualeguaychú y la tercera en Concordia. Estas tienen una jurisdicción que delimita las zonas de trabajo e influencia. Por ejemplo la Diócesis de la capital entrerriana comprende los departamentos de Diamante, Feliciano, La Paz, Nogoyá, Villaguay, y los distritos Achiras, Banderas y Sauce de Luna del Departamento Federal. En tanto, la Diócesis de Gualeguaychú los departamentos de Gualeguay, Tala, Uruguay, Victoria e Islas del Ibicuy. Y la Diócesis de Concordia los departamentos de Colón, Concordia, Federación, San Salvador y Federal- menos los distritos de Achiras. Banderas y Sauce de Luna-. En diálogo con INFORME DIGITAL, el obispo de Gualeguaychú, Monseñor Jorge Lozano, habló sobre la situación que atraviesa la iglesia, contó que actualmente la Diócesis en la que está a cargo cuenta con 35 Parroquias y 110 Capillas que dependen de aquellas. Asimismo comentó que hay 53 sacerdotes, 45 colegios religiosos –algunos pertenecen a las parroquias- de gestión pública privada. El departamento a cargo de Lozano también posee 3 Sacerdotes Salesianos, nombre que reciben los miembros de la Familia Salesiana. Estos tienen una vasta red de obras que incluyen colegios, centros juveniles, parroquias, centros de atención al niño de la calle, centros misioneros. A su vez Lozano informó que existen en su radio de influencia 57 religiosas, más conocidas como monjas. Consultado sobre la “crisis vocacional”, que pone en peligro la continuidad de la educación religiosa en las escuelas el obispo afirmó que una de las causas es porque no existe una renovación generacional entre las monjas. A su vez contó que para poder seguir impartiendo la religión en los establecimientos educativos y al haber pocas religiosas “las comunidades delegaron a un equipo de laicos la tarea educativa y pastoral del colegio”, dijo. “Otras comunidades hace rato que no tienen vocación religiosa”, aseguró en referencia a que hace mucho tiempo que hombres y mujeres no se deciden a tomar los hábitos. El obispo señaló que se trata de mantener la obra educativa dentro de un espíritu cristiano en las escuelas. Además dijo que en los colegios de la zona de Gualeguaychú los jóvenes no están ingresando en la comunidad religiosa y que “donde antes había 4 o 5 religiosas ahora hay 2, y han delegado más funciones en los laicos los que llevan adelante la tarea evangelizadora”. Las monjas reconocen la “Crisis Vocacional” Muchos establecimientos, como el Monjas Benedictinas, ubicado en María Luisa, o las Carmelitas Descalzas, de Nogoyá, se muestran sorprendidos porque las estadísticas demuestran que las jóvenes empiezan a darle la espalda a la Iglesia en este sentido, aunque muchas de ellas prefieren tomar el camino de Dios pero de otra manera. En las últimas dos décadas los cambios en el mundo también alcanzaron a la iglesia y uno de los principales debates y problemática que afronta la comunidad eclesiástica es impartir la educación, administrar escuelas y formar futuras monjas y religiosos. En la provincia de Entre Ríos diferentes grupos religiosos reconocen los problemas pero aún así se alientan con una mirada optimista para el futuro. En comunicación con INFORME DIGITAL, la Madre Isabel, superiora del Monasterio Nuestra Señora del Paraná, ubicado en la Aldea María Luisa, comentó que esta congregación ubicada a 44 kilómetros de Paraná, pertenece a una rama de monjas contemplativas, es decir aquellas que dedican sus vidas a la oración y alejadas de las grandes urbes. La religiosa se refirió a la merma en la cantidad de mujeres que deciden ingresar a tomar los hábitos. “Somos 9 devotas perpetuas y una novicia, somos una comunidad contemplativa y no tenemos muchos planes vocacionales”, señaló al tiempo que agregó que al lugar llegan “mucha gente a compartir con nosotros nuestra oración y de allí nos conocen, entonces si sienten que Dios los llama a esta vocación entran, pero nosotros no tenemos ningún apostolado ni ninguna tarea es como que no tenemos promoción”. Por la misma situación pasan las Franciscanas Cordobesas (Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas) del Colegio Castro Barros, ubicada en la ciudad Lucas González, en el departamento Nogoyá a 130 km de la capital de la provincia. La Hermana Emilce, es oriunda de Salta, la iglesia la trasladó a diferentes puntos del país para ayudar en aquellos lugares donde hacen falta más personas. Primero pasó por Banfield –en la provincia de Buenos Aires-, hoy está en Lucas González. La religiosa también opinó de lo que sucede con la poca o nula cantidad de mujeres que ingresan a tomar los hábitos. Dijo que “hace mucho que no tenemos vocaciones en Entre Ríos pero sí hay varias hermanas, somos siete”, aseguró. “De Lucas González hay tres, dos de Paraná. El problema de la crisis vocacional es un problema muy general en ambos sexos” indicó. “El problema de las crisis de las vocaciones, nosotros vemos que a muchos les falta compromiso, creo que hay muchas jóvenes que están llamadas pero les falta dar ese paso. Es el miedo, hoy la sociedad se está desligando a la vida religiosa”, subrayó la Hermana Emilce. En la misma línea aseveró que “nosotros hacemos lo que podemos para acompañarlas, pero ellas tienen que querer ingresar a una vida como esta”, conluyó. Este informe es una idea y producción de INFORME DIGITAL. Citar la fuente.