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e la redacción de INFORME DIGITAL La polémica originada por la denuncia de que el ministro de justicia Julio Alak despidió el 2012 con un asado y brindis para 2000 personas en el predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada, donde funciona el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, provocó el repudió de toda la oposición. En Entre Ríos desde el Frente Entrerriano Federal emitieron un comunicado donde cuestionan al funcionario kirchnerista. El agrupamiento que conduce Jorge Pedro Busti recordó que "hemos reconocido de este gobierno nacional varias de esas conquistas, señalando siempre que existía –de parte de algunos sectores- una sobreactuación que desmerecía las conquistas democráticas y tendía a cooptar a las organizaciones de derechos humanos que en nuestra opinión no deben formar parte del gobierno". "Es precisamente un museo de la memoria, lugar en el que se deben recordar los episodios del terrorismo de estado, justamente para que nunca más se vuelvan a repetir", manifestaron. Desde el FEF expresaron que el hecho que tuvo como protagonista a Alak significa "la banalización, la superficialidad, la frivolidad". A su vez señalaron que "nos extraña que un ministerio poblado de gente de la agrupación 'La Cámpora' exhiba un criterio tan frívolo en un lugar público destinado a la memoria". En tanto la juventud del FEF también se expresó por lo sucedido. "Es de público conocimiento el aberrante 'festejo' que protagonizó el Ministro de Justicia Julio César Alak junto al Secretario de Derechos Humanos de la Nación, entre otros funcionarios kirchneristas, en el que se despidió el 2012 con un asado y brindis para 2000 personas en el predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), utilizada como centro clandestino de detención, tortura y exterminio durante la última dictadura militar que azotó nuestro país", sostienen en un comunicado enviado a INFORME DIGITAL. Asimismo desde el partido que tiene como referente al ex gobernador afirman que "no existe adjetivo calificativo posible para poder graficar" lo que produce "que un funcionario de un Gobierno que se hace llamar defensor de los Derechos Humanos haga un asado, en el marco de una despedida de año en un lugar tan caro a los sentimientos y el recuerdo de los argentinos y militantes políticos". En la misma línea expresaron que la actividad "está muy lejos de promover la memoria y exigir justicia, representa una degradante humillación hacia los más de más 5 mil desaparecidos que estuvieron confinados en ese lugar y hacia los argentinos en general", señalaron. Por último manifiestas que "no podemos permitir nunca mas este tipo de atropellos a la memoria colectiva".