D
e la redacción de INFORME DIGITAL El martes 4 de diciembre falleció Patricia Bogado, una mujer de 43 años que se encontraba en un estado de desnutrición y pesaba sólo 37 kilogramos. La mujer había sido atendida con anterioridad en el Hospital San Martín de Paraná desde donde cargaron las culpas contra la falta de “una política de servicio social”. Así lo expresó Juan Carlos Cuestas, Jefe de Guardia del Hospital, quien declaró a Radio F5 que “estuve revisando todas las actuaciones de la guardia y esta persona tiene tres ingresos por el servicio de emergencia y la historia clínica constata de que la persona ingresaba con crisis de asmas. Nosotros tenemos mucha gente que ingresa con estados de desnutrición que no tiene criterios de internación, son contextos sociales como tenemos todas las mañanas cuando encontramos gente durmiendo en la sala de espera del hospital”. Además, Cuestas manifestó que el hospital recibe mensualmente a 3.500 personas en la guardia y dijo que “en el caso de esta chica, se revierte la crisis de asma en las oportunidades que ingresó, no sé quien la llevaba y volvió a ingresar por un estado de asma más agudo que desencadenó una neumonía. En realidad el fallecimiento de esta chica es por una neumonía, no por la crisis de asma ni por la desnutrición, la desnutrición hace que esta persona no tenga la defensa que corresponde”. Luego, el trabajador de la salud expresó que la muerte de Patricia Bogado no se debe a un abandono de persona y que se debería entender cómo es el trabajo que ellos realizan: “nosotros no trabajamos con el contexto social, es un poco frio como lo digo. Habría que desarrollar una política de servicio social, hemos incorporado de forma voluntaria a gente de servicio social que trabaja y nos soluciona varios inconvenientes, es todo un trabajo extra, como a los indigentes, que el personal de la guardia los baña, les da de comer, yo estoy orgulloso de cómo se trabaja en el servicio y por eso salgo en defensa. Ahora hay una realidad que no es culpa del hospital, es una realidad social, estamos pasando por un momento en donde la indigencia se encuentra por debajo de los niveles de pobreza y si a eso se le agrega, tengo entendido, abandono de persona, por supuesto esto va a ser grave como pasó”. En el mismo sentido, Cuestas manifestó que “la neumonía la tiene en el último ingreso, es indudablemente que al no estar alimentada como corresponde llega en el estado en que llegó. Nosotros nos hacemos más cargo de las cosas que nos deberíamos hacer, cuando yo digo que no es responsabilidad nuestra, es porque legamente no lo es, pero desde el punto de vista humano, la atención humana del hospital es un poco relevante, tenemos muchos errores por la cantidad de ingresos. Que ingresen 3.500 pacientes mensuales y todos con condiciones de consultas de urgencias o emergencias, ninguno va a pasear al hospital San Martín. Dentro de esto, tenemos miles de problemas sociales que no están contemplados en el área de salud, pero la mejor forma de contemplarla es con la prevención, habría que salir a buscar los casos con anterioridad, esto no es un problema de dos días, no son casos normales”. Por otra parte, el jefe de guardia del San Martín se refirió a lo que es su relación con los gobernantes de turno con quienes mantiene buenos tratos pero cargó contra ellos al declarar: “todas las plataformas políticas hablan de atención primaria de la salud pero en verdad no veo que se cumplan. La desnutrición sigue estando, la mortalidad infantil también, hay miles de cosas que hacen que no estén acorde a mejorar la calidad de vida. Este caso es bastante especial, hay un contexto social en donde varias personas dieron vuelta la cara, nosotros a personas desnutridas recibimos muchas veces, las evaluamos, las asistimos, les damos de comer, las bañamos pero si uno busca cama en algún asentamiento social, es imposible porque no hay.” Para finalizar, Cuestas argumentó que en la actualidad se han perdido los códigos de convivencia al reflejarlo en la cifra de personas heridas de bala que ingresan por día al Hospital: “tenemos una persona herida de bala por día, cuando antes era cada tres días”, dijo.