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entileza de La Calle Concepción del Uruguay Fue luego de que seis muchachos intentaran obligar a tres chicas a mantener relaciones sexuales, cuando la víctima final del ataque salió en su defensa. En el medio, asaltaron a otros tres jóvenes. La Policía ya buscaba el auto en que se trasladaban, con el que habían protagonizado otros hechos durante la noche. Con las primeras luces de este sábado, aproximadamente a las 6.30, sobre calle Galarza, cuatro adolescentes (tres mujeres y un varón), se encontraban sentados en el cordón de la vereda, charlando en las cercanías de un local bailable de la zona portuaria, cuando imprevistamente frenó su marcha un VW Bora blanco con vidrios polarizados, ocupado por seis muchachos. Los que llegaron en el vehículo, se bajaron dirigiéndose a las chicas, con amenazas, pretendiendo tener relaciones sexuales, por lo que el joven que estaba con ellas intervino, intentando calmar la situación, pero uno de los integrantes de la patota tomó una botella de la calle, la rompió le exigió dinero, amenazándolo con la improvisada arma, instante que la víctima aprovechó para hacer huir a sus compañeras, que se fueron corriendo. Los delincuentes subieron al auto para ir tras las mujeres, pero llegando a Galarza y Antártida Argentina observaron a otros tres adolescentes, a quienes también robaron, pero la interrupción de la persecución hizo que volvieran a donde se encontraba el menor mencionado en primer término, al que mediante agravios le reclamaron el haber permitido que se escaparan sus amigas. En ese momento, el que aún sostenía el pico de la botella, tras anunciarle: “Mirá como te corto y te lastimo”, intentó asestarle un puntazo con la parte rota de la botella sobre el pecho, del lado del corazón. En un rápido reflejo, el agredido dio un paso hacia el costado y le propinó al agresor un fuerte golpe de puño en el rostro, justo en el momento en que llegaba al lugar un móvil policial que estaba de recorrida. Al observar la llegada de los agentes del orden, los seis integrantes de la patota quisieron escapar sin éxito debido a la rápida intervención de los policías, que redujeron a los sujetos, a los que desde unas horas antes buscaban intensamente, puesto que los ocupantes y el VW ya habían protagonizado otros incidentes durante la noche. Esta situación y la agilidad de la víctima (que es deportista) al ser atacado fueron las razones que evitaron graves lesiones que hubieran derivado en impensables consecuencias para el muchacho agredido.