E
ste centro médico, que podrá estar en funcionamiento en 2014, estará a la altura de los mejores del mundo y prestará un servicio público de alta complejidad con accesibilidad a toda la comunidad. El gobernador, junto al vicegobernador José Cáceres; al ministro de Salud, Hugo Cettour, y otros funcionarios, pudo observar en detalle lo que será el edificio donde funcionará el centro médico para tratamiento de patologías oncológicas, cardiológicas y neuropsiquiátricas, pero que también estará destinado a la investigación y la ciencia. En un comunicado enviado a la redacción de INFORME DIGITAL, expresaron que el Centro de Medicina Nuclear y Molecular, que es un emprendimiento conjunto del Iosper y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), demandará una inversión de 60 millones de pesos. La obra social provincial se hace cargo de la construcción del edificio, y la CNEA aportará la aparatología específica entre las que se cuentan un tomógrafo por emisión de positrones, cámara gamma, resonador magnético nuclear y mamógrafo digital, entre otros. El edificio se erigirá en un terreno ubicado en la ciudad de Oro Verde que la provincia debe ceder al Iosper. Para ello se requiere la aprobación de la respectiva ley en la legislatura entrerriana, lo que se concretará la próxima semana. Tras ello se definirá el llamado a licitación previsto para fines de noviembre. El gobernador resaltó las características de este proyecto que “llegará a toda la región” y ya que demandará mano de obra calificada y multidisciplinaria. Detalló que todo lo relacionado con medicina nuclear utiliza como insumos radiofármacos y radioisótopos, que requiera la presencia de médicos nucleares, físicos e ingenieros, entre otras especialidades. “Con esta alta tecnología avanzaremos en materia de prevención y diagnóstico y nos pondremos en la vanguardia a nivel nacional y mundial”, dijo el gobernador. Este centro permitirá realizar estudios de medicina nuclear y contar con una instancia de investigación y desarrollo en nuestra provincia dedicada a los tratamientos oncológicos, entre otras posibilidades, con la aplicación de la energía nuclear. La administración estará a cargo de una fundación que se creará a tal fin, con un sistema distinto al de la obra social y características similares a las experiencias que ya existen en Mendoza y Buenos Aires.