I
nspectores del Ministerio de Trabajo de Entre Ríos, de Paraná, Concordia y otras Delegaciones; junto con representantes del Sindicato Obrero de la Fruta, la Policía de Entre Ríos y el Consejo Provincial del Niño el Adolescente y la Familia (Copnaf), realizaron un operativo de fiscalización en establecimientos rurales de la ciudad de Concordia, donde se detectó a 13 niños ejerciendo tareas de recolección de arándanos. Al respecto, el ministro de Trabajo, Guillermo Smaldone, manifestó que "se trata de una situación grave debido a que los 13 niños de entre 13 y 15 años manifestaron, además, no concurrir a ningún establecimiento educativo". En ese sentido, sostuvo que “nos da mucha pena este tipo de noticias, el trabajo infantil profundiza la desigualdad social y perpetúa el círculo vicioso de la pobreza; los niños que trabajan llegan a la edad adulta sin la preparación necesaria para acceder a ocupaciones calificadas, circunstancia que les impide modificar su situación de precariedad”. De igual modo, el funcionario comentó que “los niños trabajadores se ven imposibilitados de ir a la escuela, o limitados en el rendimiento escolar. El 85 por ciento de los niños que trabajan sufren de dos a tres años de retraso escolar y están en grave riesgo de abandonar la escuela, de hecho, tres de cada cuatro niños trabajadores abandonan los estudios”. Y agregó que “las inspecciones son clave para detectar este tipo de situaciones que, lamentablemente, se repiten en varios rincones de la provincia”. Por último, en declaraciones enviadas a INFORME DIGITAL, aseguró “continuaremos profundizando esta labor, así como fortaleciendo la difusión de campañas tendientes a erradicar un flagelo que impide a los niños desarrollarse plenamente mediante el juego, la educación y la relación con sus pares y familiares”. Trabajadores hacinados Por otra parte, la Delegación Concordia de la Subsecretaría de Derechos Humanos, inició las inspecciones en los lugares donde se alojan a las personas traídas de otros puntos del país. En ese marco, se inspeccionó un pequeño galpón ubicado sobre calle Brasil al 170 de esa localidad, donde se encontró un grupo de 40 personas en forma hacinada, durmiendo, cocinando y aseándose en un espacio que no supera los 80 metros cuadrados. Asimismo, dentro del galpón conviven y pernoctan a diario unos 34 hombres y 6 mujeres, contando además con un espacio contiguo donde cocinan (sin ventilación y con conexiones eléctricas improvisadas). Dentro de las pocas comodidades con las que cuentan en el galpón, se instaló un improvisado sector de duchas, sólo con agua fría y sin divisiones internas. Lo cual se completa con un solo baño en pésimas condiciones de higiene. Además, los trabajadores autodenominados “golondrinas” dijeron ser oriundos de las provincias de Salta, Tucumán, La Rioja y Jujuy, y que forman una cuadrilla que circula por todo el país. A ellos también se les sumaron cosecheros llegados de la vecina Bolivia, más precisamente de los departamentos de Sucre, Potosí y Santa Cruz de la Sierra. Dijeron que la persona con la que mantienen diálogo como subcontratista sería un hombre llamado Rafael Cardozo, quien habría coordinado la llegada hasta la Terminal de Concordia el miércoles pasado en horas de la mañana.