C
uando las tensiones entre Argentina y Uruguay no han cesado, este martes el Comité Científico que trabaja para la Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru) ingresó nuevamente a la planta Orion (UPM, ex Botnia) para realizar un nuevo monitoreo. El Frente Amplio que lidera el presidente José “Pepe” Mujica se ha caracterizado por ejecutar al pie de la letra los anuncios del capitalismo salvaje y lejos de aportar soluciones a este largo conflicto, agrava la controversia con el anuncio de una tercera pastera. El propio Mujica anunció la instalación de una tercera planta de celulosa e incluso anticipó que estará ubicada sobre el río Negro, entre Cerro Largo, Tacuarembó y Durazno. Este anuncio puso en alerta a la Cancillería Argentina y especialmente a la delegación argentina ante la Caru, dado que el río Negro es tributario del río Uruguay y por ende debe ser consultado previamente el organismo binacional para no volver a configurar otra violación serial al Estatuto del Río Uruguay. El ingreso a la planta de Botnia busca acopiar la mayor cantidad de análisis antes de la parada anual que tiene programada la empresa. Este hecho pone en jaque a la firma finlandesa, que además la semana que viene se verá acorralada cuando el Comité Científico analice por primera vez en la historia de este conflicto las aguas del río Uruguay en inmediaciones del caño de efluentes que tiene Botnia sobe el lecho del recurso compartido. Un aspecto que también desnuda la precariedad con la que han venido trabajando en materia de monitoreo ambiental. Con respecto al último comunicado de la cancillería, donde se puso de manifiesto que el Uruguay además de no colaborar, constantemente actúa de mala fe, desde el gobierno uruguayo no lo desmintieron y apenas sostuvieron “que se trata de una exageración”. Desde entonces, la estrategia del gobierno de Mujica es avivar la chispa para que se vuelva a cortar la ruta y así no tener que dar respuestas, tal como se las está pidiendo el gobierno argentino. Por otro lado, en el ingreso a la planta se constató que la fábrica prácticamente no estaba produciendo en sus niveles históricos y eso fue fácilmente observable por el poco caudal de sus piletas. Esto tiene relación con el nivel máximo alcanzado por UPM que ya rondaría las 990 mil toneladas y no puede superar el millón anual. Es cierto que el comunicado de la cancillería no contempló los resultados obtenidos en las 16 entradas a la planta UPM, pedido de información que hace tiempo viene solicitando la Asamblea Ambiental, el Honorable Concejo Deliberante de Gualeguaychú e incluso la propia Justicia Federal. Pero también es verdad que ese comunicado explícitamente manifestó el interés de la delegación argentina ante la Caru para lograr la concreción de una reunión con su contraparte uruguaya a fin de acordar la difusión de los resultados obtenidos por el Comité Científico. Y hasta el momento, ha prevalecido el silencio desde el otro lado de la costa.