D
e la Redacción de INFORME DIGITAL Los incidentes ocurridos durante la movilización del 2 septiembre gremios y trabajadores nucleados en la Central de trabajadores Argentinos (CTA) de Entre Ríos han calado hondo en el movimiento sindical. Las conocidas diferencias entre dos grupos, ideológicas, políticas y de práctica, no sólo ya son visibles, sino que amenazan con dividir a los gremios entrerrianos de manera similar a lo que ocurre, hoy por hoy, con la CGT, en la disputa entre moyanistas y antimoyanistas. Así dadas las cosas, la manifestación de este miércoles fue un punto de inflexión en la relación entre los dos sectores que, difícilmente, pueda subsanarse en el corto plazo. No obstante, hay quienes buscan intentan dar una explicación de lo ocurrido y apelan a la "Unidad" de los trabajadores. En ese sentido, según Leandro Pozzi, secretario de Organización de Agmer Concordia, enrolado en la lista Integración, existen en el movimiento obrero, a grandes rasgos, dos concepciones sobre la unidad de los trabajadores, a los que diferencia: “Uno de esos enfoques lo entiende como algo meramente instrumental, no caracteriza con un sentido de clase sus aliados y deconstruye la institucionalidad y la historia del movimiento obrero organizado. Citemos como ejemplo la Intersindical que entre los años 2009 y 2010 reunió a sectores tan disimiles como Agmer, el Circulo de Retirados de la Policía, UPCN y la Iglesia Católica”. En esa línea, Pozzi comentó que "el otro enfoque entiende a la unidad como un valor estratégico y con una orientación de clase, caracterizando adecuadamente a las patronales y desde allí, cuales son los aliados a construir y con los cuales cimentar esa perspectiva desde los trabajadores. Unidad que responde a la historia y a la institucionalidad obrera. Unidad que entiende que la patronal no es solamente el gobierno ni el estado, sino que abarca a sectores poderosos ligados a la propiedad de la tierra y el usufructuo del capital, de las riquezas que generan los trabajadores”. Ante esto, expresó que “esta unidad es la que se plasmó este miércoles, bajo la lluvia y la incomprensión de sectores que no quieren entender que deben dejarse de lado las rivalidades agrupacionales cuando de confrontar con la patronal se trata. Y esta unidad ética y estratégica sintetiza la voluntad política de la Mesa Provincial de la CTA, fortalecida por la conducción de Agmer y ATE, puesta en práctica y respaldada por una multitud unida y organizada por el salario, la defensa de nuestras obras sociales y la Caja de Jubilaciones; con una reforma tributaria que grave a los que más tienen para redistribuir la riqueza como pilar y fundamento”. Sin embargo, la vocal gremial en el CGE, Susana Cogno, perteneciente a Agmer Paraná y a la lista Rojo Y Negro no ve de la misma manera lo sucedido. Tras los incidentes, en la sede del sindicato, advirtió que “si no nos hubiéramos retirado en ese momento, la situación se hubiera agravado”. Y dejo en claro que lo que se generó “es un punto de inflexión; es muy complejo para nosotros no analizar que esta circunstancia marcará un hito en las relaciones institucionales de los distintos grupos”. A su vez, consideró que “sería muy ingenuo de nuestra parte redactar un comunicado, reivindicar los hechos de la marcha y no leer que hay una dirigencia que hace todo lo posible para que se produzcan rupturas y lo expresa en todas las formas posible: no nos quieren dentro de la pelea del campo popular”. Para Cogno, desde que el sindicato que integra asumió la defensa de la Caja de Jubilaciones y del Iosper, al gobierno y a la dirigencia oficialista “les molestó nuestra actitud, porque éramos los chivos expiatorios de esa dirigencia, brazo ejecutor de la política de esta gestión, que abiertamente dice que son parte de un proyecto que comparten y militan”.