A
l cumplirse este miércoles ocho años de la desaparición de Fernanda Aguirre, el cura Leonardo Tobar, quien está desde hace tres años al frente de la Parroquia San Benito Abad, dijo que “es una triste experiencia la que ha vivido la comunidad de San Benito, al no saber nada del paradero”. No obstante, el sacerdote resaltó que “siempre la seguimos recordando, tanto en la eucaristía porque siempre estamos pidiendo por verdad y por justicia, como en la escuela, donde se la tiene presente y se la recuerda”. Asimismo, el párroco apuntó que “esta agonía sigue en la comunidad de San Benito, porque queremos saber qué pasó con Fernanda”. Sin embargo, lamentó que “no se sabe nada, es un misterio”. Al respecto, consideró que “salvando las diferencias y sin herir susceptibilidades, (Fernanda) es una desaparecida de la democracia, que exige reclamo y que se esclarezca este tema”. En esa línea, Tobar reflexionó que ante lo ocurrido “la comunidad tiene que tomar conciencia que acá desapareció una chica, caminando por el pueblo, y no apareció más. Y mañana puede ser otra vecina o vecino, tu nieta, nieto, hijo o hija. No podemos esperar a que pase esto de nuevo para que se reinstale el reclamo”. Y agregó que “como Iglesia tenemos el reclamo a flor de piel, porque siempre se está pidiendo por Fernanda y haciendo memoria”. En tanto, el religioso dijo estar “asombrado por la impasividad de la Justicia”, al tiempo que consideró que “alguien tiene que saber qué pasó con Fernanda”. Además, comentó que “no se sabe si Fernanda vive, está secuestrada ni qué pasó. Entre la impericia de los funcionarios de ese momento y la complicidad de algunos que no quieren que esto se sepa, este caso quedó sin resolverse”. Por último, hizo “un llamado a la conciencia de aquellos que tenían la responsabilidad de dar una respuesta y no la dieron”.