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ara celebrar la fiesta patria del 25 de Mayo, dos familias de la zona de Arroyo Martínez -localidad cercana al municipio de Paranacito- realizaron embutidos con carne de jabalí que ellos mismos habían cazado, tras seguirle el rastro en el monte durante varios días. Este animal es considerado una plaga en la zona y su caza es habitual por los lugareños, pero el peligro está en consumir la carne en salamines o chorizos mal cocidos, dado que el jabalí es considerado un animal carroñero, es decir que se alimenta de cadáveres de animales muertos en los montes, que pudieron haber sido infectados por triquinosis cuyos portadores del parásito son los roedores. De acuerdo a las consultas realizadas por el equipo médico del Nodo de Epidemiología del Hospital Centenario, las familias habrían ingerido en reiteradas oportunidades carne supuestamente contaminada con este parásito, pero se acercaron al Hospital de Paranacito en la primera semana de junio. En total se cree que 22 personas tendrían síntomas de esta enfermedad. De ese número, 18 fueron atendidos en el Centenario y los cuatro restantes decidieron por voluntad propia dirigirse a centros de salud de la provincia de Buenos Aires y Gualeguay. “Solo hubo sospecha clínica hace dos semanas atrás y se realizaron análisis para detectar la enfermedad. En alguno de los pacientes el resultado del análisis dio negativo, pero a los 14 días deberán hacerse otros análisis”, dijo el doctor Alcides Bailatty, director del Hospital de Paranacito. Bailatty manifestó que el posible brote de la enfermedad habría ocurrido por ingesta de carne de jabalí salvaje. Tras el episodio el Municipio de Paranacito tomó medidas preventivas. “Se trabajó en conjunto con Bromatología de la Municipalidad, donde se inspeccionó y se realizó la destrucción de carne de cerdo sospechosa de su procedencia”, manifestó el director del Hospital isleño. En tanto, la referente del Nodo Epidemiológico del Hospital Centenario, Elina Villarruel, confirmó la existencia de un caso positivo de triquinosis dentro del grupo de 22 personas que tienen relaciones parentales y de amistad. “Lo que sabemos es que fueron a cazar a un jabalí de unos 250 Kg o más y luego se lo dividieron entre dos familias. Elaboraron facturas y la repartieron a otras personas amigas en Paranacito y Arroyo Martínez. Además, en ese mismo período, compraron un cerdo en Buenos Aires. De ahí parte la confusión, porque no pudimos tomar muestras de las facturas para analizarlas” dijo la profesional. Según lo informado, en “ninguno de los casos sometidos a estudios hay peligro de muerte”. Dentro de ese grupo hay niños de entre 8 y 10 años. “Por ahora solo logramos confirmar a una sola persona que estuvo internado en el Hospital, los demás son considerados sospechosos. Falta la confirmación de los análisis enviados al laboratorio de referencia del Nodo de Epidemiología del Hospital y luego al Instituto Malbrán. En algunos de los pacientes estamos sacando segundas muestras para hacer la serología. Se necesitan hasta tres muestras para confirmar la enfermedad”, dijo Villarruel. El posible brote de la enfermedad está focalizado en los integrantes y amigos de las dos familias de Arroyo Martínez. Mientras tanto, los pacientes fueron medicados preventivamente con antiparasitarios para evitar que la larva pase del intestino al torrente sanguíneo y se aloje en los tejidos musculares.