D
e la redacción de INFORME DIGITAL Johnatan Dornacu no podía creer que se tratara de otra cosa que una broma cuando su amigo Carlos Sosa le relató cómo había visto una ballena en el río Uruguay. El joven de 26 años domiciliado en la localidad de Villa Paranacito, departamento Islas del Ibicuy, relató a Radio F5 de relató cómo se produjo el inesperado avistaje, contra la incredulidad de todos, inclusive de sí mismo. Sorteando las bromas de propios y extraños, Dornacu se embarcó en una lancha junto con su cuñado y familiares para intentar ser testigos del fenómeno: “juntamos toda la familia, mi mamá, mi hermana, mi señora, fui a sacar al nene de la escuela, me miraban raro los maestros, cargué todas las cámaras que pude cargar, saqué fotos y videos”, contó. “Es algo increíble y a su vez es triste”, dijo en referencia al hecho de que el animal se encuentre fuera de su hábitat natural, con los riesgos que ello implica. En este sentido, afirmó que no es el primer caso de que entra un animal marino al delta entrerriano: en 1986 entró un delfín que tuvo que ser sacrificado porque el agua dulce le había provocado tales llagas que no iba a sobrevivir. En la década del 2000 entró una ballena que se encargó prefectura de sacarla. También existen registros del caso de un lobo marino que quedó enredado en las mallas de un barco pesquero y tuvieron que sacrificarlo. Ante la repercusión que tuvo el caso en los medios de comunicación, el joven se mostró más preocupado por lo que pueda suceder con el animal: “no quiero fama ni para mí ni para el pueblo, sino salvar a este animal que es precioso y da lástima verlo en la circunstancia en que está”.