A
pareció una bolsa con 182 gramos de cocaína frente a la vivienda donde vive la esposa de Pocho Morales, el quinielero de San Jaime de la Frontera desaparecido hace diez meses. La información comenzó a circular en la tarde de ayer y desde ese momento se tejieron las más diversas hipótesis tratando de explicar el porqué y la razón de quien y con qué motivación tiró esta bolsa frente a la casa de la familia Morales. A las 11:20 horas de la mañana de este jueves aproximadamente cuando un transeúnte que circulaba por la esquina de Libertador y Las Heras, a escasos 150 metros del puesto de control de Gendarmería Nacional. Esta persona observó un bulto que parecía una bolsa en la vereda de la casa donde vive la esposa de “Pocho” Morales. Inmediatamente avisó a la señora de Morales que en ese momento estaba trabajando en la agencia de Quiniela y ella junto a su hijo Walter radicaron la denuncia en Gendarmería. Según todas las fuentes consultadas, la sustancia en el interior de la bolsa se trataría de cocaína, en una cantidad de 182 gramos y además no se habría encontrado ninguna huella dactilar en la misma. Walter Morales consideró que lo sucedido “es un acto de intimidación, es para que paremos las marchas y no pidamos más por papá”. El día coincidió con la llegada de los abogados de la Querella que se dirigían a Chajarí para trabajar en la causa como lo hacen regularmente. Anoticiados de esto inmediatamente se dirigieron a San Jaime y asesoraron a la familia. La denuncia ha sido radicada en el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay.