L
os padres del niño de seis años asesinado en Paraná estimaron que el autor del crimen pudo ser alguien "muy cercano" a la familia, mientras la policía confirmó que el menor de edad falleció "por estrangulación con su pantalón". El niño, que había desaparecido el lunes, fue encontrado muerto por la policía luego de que una perra marcara el sitio donde estaba su cuerpo, un matorral ubicado detrás de una planta aceitera y a 200 metros de su casa. Alicia Heis, madre de la víctima, dijo que "el que hizo esto es muy cercano a nosotros". Si bien la mujer descartó que el matrimonio tenga enemigos o problemas que puedan motivar actos de violencia, aseguró que tras el crimen de su hijo "tanto yo como mi marido estamos muertos en vida, mejor me hubieran matado a mí". En tanto, el director de Investigaciones de la Policía, comisario mayor Luis Albarrasín, admitió que había "una situación sociofamiliar compleja, pero no podemos a hacer imputaciones sin tener pruebas". Albarrasín señaló que "el posible autor está dentro del barrio" y resaltó que "en la línea investigativa no se descarta ninguna hipótesis y hasta el momento no tenemos detenidos". Además, confirmó que "la autopsia reveló que el niño Cristian Ríos falleció en una situación de violencia". "Se trató de una muerte violenta por estrangulación con su pantalón", dijo el jefe policial, y agregó que junto a la justicia le tomaban "declaración a un montón de gente". El niño desapareció en la tarde del lunes cuando salió de su casa para ir a comprar golosinas y fue encontrado semienterrado en una zona de bañados del barrio Bajada Grande. Albarrasín manifestó que "en un momento dado personal policial observa un perro que a la postre resultó ser muy allegado a la víctima que estaba escarbando" y ante ello van "hacia el lugar y ven tierra removida, escarban y observan parte del cuerpo de esta criatura". La autopsia realizada por el médico forense Luis Molteni confirmó que el niño murió por asfixia por ahorcamiento con el pantalón que tenía en el cuello. Los restos fueron velados en la parroquia de Bajada Grande, donde el sacerdote Mario Taborda ofició un responso.