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e la Redacción de INFORME DIGITAL La inseminación artificial es una sencilla técnica que consiste en el depósito de forma artificial del semen en el tracto reproductor femenino, a fin de lograr un embarazo. En nuestro país, el procedimiento está siendo cada vez más requerido por parejas que desean procrear pero que se encuentran con dificultades a la hora de concebir. En ese sentido, la ginecologa Carolina Zeballos, contó que cada día hay más consultas de parejas que se acercan para tratar de llevar a cabo algún diagnóstico de no poder concebir o sostener un embarazo”. A su vez, en diálogo con Radio F5, comentó que “hay distintas causas de la existencia de la infertilidad. Un 30% afecta a las mujeres, un 20% a los hombres, un 40% es mixta y un pequeño porcentaje corresponde a lo que llamamos sin causa aparente”. Además, la ginecologa señaló que “es aconsejable consultar cuando una pareja menor de 35 años ha pasado un año manteniendo relaciones sexuales continuas y no logra el embarazo, sin ningún método anticonceptivo”. En tanto, Zeballos explicó que “en la medicina se dan todas las cosas, puede darse una menopausia precoz y después se embaraza, porque es una falla hormonal transitoria, pero después existen osas más graves como un ovario que no responda”. Y agregó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) está peleando para que la infertilidad sea declarada una enfermedad, ya que el tratamiento “es muy costoso, tanto las drogas, como el tratamiento y la fertilización”. Además, la profesional médica remarcó que “tenemos tratamientos de baja y alta complejidad. Se trata de inducir lo que se produce en el ovario normalmente o mover los espermatozoides, en forma mecánica”. En la misma línea, expuso que “si falla la ovulación en la mujer, se la estimula con drogas para que exagere todo lo que sea la ovulación, esto es muy bueno Se saca el ovulo estimulado y se trata de que se encuentre por relaciones sexuales, inseminación o fertilización, con el espermatozoide de su marido o un donante, se provoca toda esa unión, donde se produce la fecundación in vitro y cuando está en etapa de embrión, se implanta en la paciente”. No obstante, Zeballos destacó que “a veces el objetivo no se logra. Con relaciones sexuales, hay un 12% de posibilidad de embarazo, con inseminación es un 25% y con fertilización se llega a un 45%”. Por último, consideró que “no sólo es captar los embriones, sino que también, prendan dentro de la paciente”.