D
e la redacción de INFORME DIGITAL El empresario cordobés Emilio Luti Álvarez, integrante de Consultora Med–Coar–, una de las empresas que lleva adelante la construcción del centro comercial de Paraná que se emplazará en lo que fue el Hipódromo Almafuerte, dijo a Radio F5 que a su entender las personas que vivían en el lugar y que fueran trasladadas a Oro Verde, “comparado con lo que tenían acá, se han ido al Palacio de Versalles”. Más adelante añadió que “en el nuevo hipódromo tienen instalaciones nuevas, con una pista mejor, porque la de acá tenía problemas en una curva, allá tienen todo en buenas condiciones, agua, servicio eléctrico, viven dignamente, creo que están contentos”. Consultado sobre estas declaraciones, el ex empleado del Jockey Club de Paraná y propietario de un caballo, Juan Suárez indicó que detrás de la obra y del traslado “hay muchas mentiras y cosas que la gente no las sabe. La construcción del nuevo hipódromo es cuestión de ir y verlo, no es lo que dice este señor que tiene un dialecto bárbaro y por ahí engaña a la gente, porque lo que dice es mentira”, disparó. El hombre, que trabajó durante 27 años en el Hipódromo Almafuerte, destacó que hoy en día “es imposible tener un caballo porque no hay un lugar donde varear –entrenarlo-, la cancha –pista- está bien, es más larga y puede ser mejor, pero no está finalizada, se encuentra llena de pasto, cuando llovió se cortó, tiene la empalizada de un solo lado, hay cincuenta `boxes´ y más de cien caballos para trasladar, es tierra de nadie, no hay veredas y a los animales se los baña con mangueras”, recriminó. Según Suárez, “había varias familias –trasladadas- que se iban a ir para fuera y varias que se quedarán adentro, pero no tienen dónde vivir”, actualmente. La venta El activo participante del turf regional también habló del traspaso de los predios a la empresa Casino: “se vendió, se construye uno nuevo y se hace el traslado”, opinó sobre cómo se debería haber procedido, pero “no como se hizo, porque da a entender que se quiere destruir la actividad”. Sin embargo, “a la culpa no la tiene el empresario, a la culpa la tiene la Comisión Directiva y nosotros fuimos cómplices de la venta para salvar la actividad y las fuentes de trabajo”. “A ellos les conviene que el turf se termine y seguir transmitiendo las carreras de Buenos Aires, les deja más plata”, opinó. Para Suárez, “el empleado del hipódromo no se ha ido a Oro Verde, los siete u ocho siguen acá, no deberían estar, pero allá no tienen nada para hacer”. “Esto es cuestión de ir y verlo, esto no se va a construir, o harán algo más y no se va a terminar”, vislumbró. Sobre lo que hoy está en pie marcó que “es lo que ya se construyó hace tiempo. Con dos o tres empleados no se puede construir un hipódromo”.