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a Cámara de Diputados designó a sus integrantes de la Comisión Bicameral Permanente de la Defensoría del Pueblo. Ellos son los oficialistas Juan Navarro, Martín Uranga, María Laura Stratta y Pablo Mendoza; Agustín Federik y Jorge Monge por el radicalismo; y Rosario Romero y Diego Lara, por el Frente Entrerriano Federal. Los integrantes por el Senado serán elegidos la próxima semana en un encuentro de bloque. El primer intento para designar el Ombudsman se cumplimentó correctamente en todas sus etapas. En la presentación de los candidatos y el sometimiento a las audiencias públicas luego del estudio de los antecedentes, no hubo impugnaciones. Todo se llevó adelante durante el 2010. Como lo establece el reglamento, entre los integrantes del comité, se conformó una terna que propuso al ex senador justicialista Mariano López como defensor; y Jorge Moreyra Ghiglione y Sebastián Aguilar (actual vicerrector de la Uader) como adjuntos. Una vez seleccionados, la terna fue elevada a la Cámara de Diputados se rechazó la propuesta. El argumento fue la forma en que se elevaron los nombres para dar el acuerdo. En rigor, y así lo entendió la Cámara, no debía hacerse una resolución para los tres sino una para cada uno de los postulantes. Fue raro, el dictamen que marcó las irregularidades lo hizo el mismo asesor de la Bicameral, que armó la terna y, que a la vez, asesoraba a la Cámara de Diputados: Víctor Berta. El hecho terminó con la renuncia del presidente y vicepresidente de la Comisión, José Allende y Raúl Taleb. Inquietudes Una vez que la Cámara baja rechazó la terna, el concurso quedó en stand by. Ante las acusaciones mediáticas desde diferentes espacios políticos se decidió parar el proceso y esperar que pasen las elecciones y, por ende, una nueva conformación de la Legislatura. En el camino, varios de los candidatos fueron retirando su pliego. Asomó una pregunta: ¿qué criterio se adoptará con el proceso que quedó suspendido? Y siguieron otras: ¿Se vuelven a proponer los mismos candidatos, salvando los errores por los que se rechazó la terna? ¿O se empieza el proceso de cero con la presentación de antecedentes de cada uno de los candidatos con la posibilidad de que se anoten otros tantos? Una parte de la biblioteca entiende que la ley reglamentaria es clara cuando dice que el defensor y los dos adjuntos se nombran por separado y no en un solo acto como sucedió. Los ya elegidos tienen el derecho a volver ser propuestos. En tanto, la otra parte entiende que el concurso se debe declarar desierto o, en caso de seguir, los postulantes que fueron rechazados por los diputados estarían afuera. El artículo 7 de la ley dice que “si no se lograra en cualquiera de las cámaras la mayoría especial requerida, se considerará rechazada la candidatura. En tal caso, el expediente deberá volver a la Comisión para que proceda a seleccionar un nuevo candidato entre los ya presentados”. Dos fuentes legislativas -una de cada cámara- consultadas no dudaron en responder sobre la interpretación, y coincidieron en que el proceso anterior terminó y que se debía iniciar otro. ¿Podrán los “viejos” candidatos volver a presentarse? “Claro que sí, pero tendrá que ser presentado por algún legislador, como lo establece el reglamento”, respondió la fuente. No se sabe aún qué sucederá.