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icardo Forster, filósofo, ensayista y uno de los intelectuales que fundó Carta Abierta, estuvo este viernes en la Municipalidad, donde ofreció una charla denominada “desafíos y encrucijadas de la Argentina actual". Durante su disertación, dejó conceptos acerca de la importancia de la recuperacion de la petrolera estatal, de la virulencia con que la que publican los medios hegemónicos contra el gobierno y de la pérdida de relevancia del sector agropecuario en la vida institucional del país en comparación con 2008. “La charla tiene que ver con recorrer estos años tan significativos, tan potentes en la historia de nuestro país. Es un proceso abierto en 2003 que ha cambiado la matriz productiva, social, cultural, institucional y tratar de revisar cuales han sido las marcas fundamentales ¿Qué significó la irrupción de Néstor Kirchner en el escenario nacional? ¿Qué legados dejó abiertos¿ ¿de que manera la herencia de Kirchner se recupera en los mandatos de Cristina?”, dijo Forster. Un hecho insoslayable fue la reestatización de YPF anunciada el lunes pasado por la Presidenta: “Creo que la decisión presidencial de expropiar las acciones del 51 % del grupo Repsol y reconstruir YPF bajo la perspectiva nacional y con un rol decisivo del Estado es una reparación no sólo del presente sino también del pasado. Es recuperar los terribles y equívocos errores de la década del 90. Es salir de la matriz neoliberal que dejó sus marcas muy profundas en la vida económica argentina, recuperar el patrimonio de los argentinos, recuperar un rol clave y central del Estado en planificación estratégica; es construir una política mucho más profunda en relación a la energía y a los hidrocarburos y es también entrelazar a la Argentina en un proyecto sudamericano”.. Asimismo, resaltó que todo el arco político ha acompañado, con sus críticas, el proyecto de ley. Y celebró que el radicalismo se encuentre con algo que fue “parte de su propia historia”. Salvo una derecha “recalcitrante, retrógrada y pegada al imaginario neoliberal de los 90” como la del PRO y Macri. En ese sentido, el intelectual analizó la manera en que Clarín y La Nación critican abiertamente todas las iniciativas del kirchnerismo, incluyendo la cuestión de Las Malvinas e YPF. Forster diferenció ambos medios. “La Nación es ideológicamente el lugar expresivo de la derecha conservadora argentina y ha jugado un rol ideológico muy potente en los debates nacionales”, señaló. En cambio, manifestó que Clarín está “demasiado obnubilado con la defensa de sus intereses y actúa en función de eso. Todo lo que haga el gobierno, que está identificado como su enemigo, significará para el grupo la necesidad de atacarlo”. Además, recordó que en 2007, cuando asumió Cristina, el gran tema eran las valijas del venezolano Antonini Wilson. “Hoy nadie recuerda ni siquiera el nombre del venezolano”, dijo. “El caso Skanska, después de Once fueron los transportes, siempre hay un tema y el último fue Boudou en una construcción mediática apabullante que atenta contra el derecho constitucional. Lo que sería la juricidad que atraviesa la vida argentina y de cualquier país democrático que nadie puede ser declarado culpable sin que previamente se haya recorrido un camino de pruebas y que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Alguien que no estaba ni siquiera imputado en la causa fue convertido en una suerte de culpable y se le construyó una lógica de fusilamiento mediático”, resaltó. Más adelante, señaló que los grandes medios nunca realizaron ninguna autocrítica de lo que sostuvieron como verdad y luego se demostró que era falsedad. “La Argentina iba a ser un país que iba a carecer de carne, leche, trigo, de todo. Y escuchaste alguna vez una autocrítica…jamás”, subrayó. Forster también abordó lo sucedido en Paraná esta semana, cuando los ruralistas pretendieron ingresar violentamente a Casa de Gobierno y golpearon a cuatro agentes de policía, hecho que genera reminiscencias inevitables con el conflicto del campo de 2008. “Me parece que el campo es un actor muy complejo que no puede ser denominado como si todos fueran iguales. Hay distintos intereses, distintos grupos. No es lo mismo un gran productor sojero que un pequeño productor de naranjas. No pueden ser encerrados en un mismo espacio y construidos como un mismo sujeto social. Estos han sido años espléndidos en general para las zonas ricas de la producción agropecuaria argentina. Han sido años de recuperación de la ganadería, de la cuenca lechera. Las exportaciones han crecido exponencialmente y los precios a nivel internacional”, enumeró.