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e la Redacción de INFORME DIGITAL Un vecino de la capital entrerriana se encuentra en una situación desesperante. Su madre está internada en el hospital geriátrico Pascual Palma. La mujer tiene 86 años, se encuentra con una traqueotomía y le falta el fémur de la pierna derecha. El inconveniente mayor es que desde el nosocomio pretenden retirarla del lugar, a pesar de su complicado cuadro. En ese sentido, el hijo de la señora, Roque Fernández, contó: “me llaman antes de ayer (el miércoles) desde el Hospital Palma, una asistente social, diciéndome que la tenía que retirar ayer (por este jueves) a mi mamá de la institución o me la traían y me la dejaban en la puerta”. Ante esto, explica que su madre “tiene traqueotomía” y sufrió la “operación del fémur, pero en el Instituto Kaiser se le desarma la prótesis, la vuelven a operar y le sacan esa prótesis y un pedazo de hueso, por lo que la dejan sin prótesis”. Asimismo, en diálogo con Radio F5, Fernández cuenta que “tendría que tener tres enfermeros las 24 horas para poder atenderla. Esto costaría 10.000 pesos y el Pami nos da 600 pesos”, razón por la cual argumenta: “no tenemos los medios para atenderla”. A su vez, señaló que “del Pami nos dicen que no debe salir, me lo confirmó el auditor”. En tanto, el hijo de la afectada, relató que su madre “tiene un certificado de discapacidad, lo que implica discriminación” porque el asistente lo “presiona constantemente para que la saque”. De igual modo, expresó que desde el establecimiento le “dicen que son normativas de la institución, tiene el alta institucional y no médica, porque está en estado de postración, porque no tiene fémur”. También, Fernández comentó que “dicen que el hospital no puede hacer más nada”. Sobre esto, se preguntó: “¿quién lo va a hacer entonces? Nosotros no somos médicos”. Y agregó que “el Hospital cobra como cualquier institución de rehabilitación”. De todas maneras, habló de los cuidados que le brindaron a la mujer en el nosocomio e indicó al respecto: “no estoy disconforme con la atención del Hospital Palma, por eso pretendo que siga allí, pero mi intención es que la cambien de sala, porque con las autoridades, no con los enfermeros que son diez puntos -aclaró- no hay diálogo, ni con la asistente social ni con la doctora Malna que se opone hasta incoherentemente”. No obstante, Fernández remarcó que “el cuerpo de enfermeros es espectacular, un trato fuera de serie, pero hay un problema ahí, en esa sala, que desconozco”. Sobre esto concluyó: “para mí es que la doctora Malna no tiene criterio, me dice que mi madre se sienta en la cama y es mentira, no se mueve. La saqué en silla de ruedas y a los quince minutos debe volver, porque está entumecida”.