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e la redacción de INFORME DIGITAL Un chico de 12 años se quitó la vida con un arma que pertenecía a su abuelo en una vivienda de Temperley. Se trata de un caso de bullying, que refiere al abuso, al hostigamiento, a la intimidación, al maltrato, a la agresión psicológica y/o física que ejerce un alumno en contra de otro. Este tipo de prácticas no es ajena a la provincia. Una madre preocupada relató a radio f5 el calvario que su hijo vive desde hace tiempo, producto del acoso de sus compañeros de colegio. El joven concurre al nivel secundario del colegio Don Bosco de la ciudad de Paraná. Según comentó su progenitora “desde el inicio de clases empezó con acoso de otros compañeros. Al principio eran molestias verbales. Llevaba una campera y se la ensuciaban, se la mojaban en la ducha, le tiraban los útiles, se los robaban, le escribían la carpeta”, detalló. La mujer afirmó que el caso ocurrido en Buenos Aires le hizo acordar a lo que ocurre con su hijo porque “en educación física son agresivos. Lo golpean, si el profesor no se da cuenta le pegan por la espalda. Están continuamente agrediéndolo”. Al referirse al accionar de los directivos de la escuela, la madre se quejó de que “apoyo no hay porque desde primer momento mandé notas, fui a hablar con los directivos, se me escuchó pero nunca se hizo nada. Pienso que esperan a que pase algo más grave para tomar cartas en el asunto”. Estas situaciones hacen que “el nene se sienta mal, que no quiera ir a la escuela”, lamentó.