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e la Redacción de INFORME DIGITAL La muerte de una adolescente de 15 años en Concepción del Uruguay, en un accidente ocurrido dentro de las instalaciones de un boliche bailable, reavivo una vieja polémica sobre las reglamentaciones, el ámbito de recreación de los jóvenes y la responsabilidad de la familia y el Estado. Rita Uranga, de 15 años, falleció en un boliche bailable tras caer desde una terraza. La joven cayó desde una altura de 6 metros y golpeó con su cuerpo contra un portón de metal. Falleció en horas del mediodía del domingo. En ese sentido, el intendente de Concepción del Uruguay, Carlos Schepens, indicó que “en eso está actuando la Justicia, hay que esperar se expida. Paralelamente, estamos haciendo las actuaciones administrativas correspondientes a la Municipalidad”. A su vez, relató: “Con este boliche hay una larga historia. Desde el 2003 que el Municipio ha estado varias veces litigando, hay un recurso de amparo que es lo que les permite estar funcionando”. No obstante, sobre el caso particular de la menor que falleció luego del accidente, remarcó que “es una larga historia, pero es independiente de lo que pasó acá”. Sobre esto, en diálogo con Radio F5, Schepens explicó: “Acá son menores de 14, 15 años los que estaban en el boliche. La Justicia dirá si estaban tomando o no alcohol, pero hay algunas fallas graves de parte del boliche y la sociedad entera, porque éste es un problema de los padres”. En ese punto, insistió: “El problema más grave son los padres, que tienen que hacerse cargo de los hijos. A las 6 de la mañana, dos chicos de esa edad, me parece que es parte de la problemática de la sociedad”. Por otro lado, en cuanto a la situación del boliche donde ocurrió el incidente, el presidente municipal contó: “En estos momentos está clausurado preventivamente por la Justicia. Entre hoy y mañana va a haber actuaciones por parte de la Municipalidad para constatar todas las instalaciones”. Asimismo, manifestó que “el expendio de bebidas alcohólicas a menores está prohibido y su permanencia en los boliches se permite, para los 15 años, hasta las dos de la mañana”. Por último, Schepens subrayó que responsabilidad en casos como éste es “de padres, dueños y el Estado. Porque el Estado va, cada tanto, a controlar y no está 24 horas parado contando quién entra y quien no. Termina todo el mundo yendo contra el Estado, pero la realidad, es que el problema es de la familia y de los padres y de qué manera se cuida a los chicos”.