D
e la Redacción de INFORME DIGITAL Se realizó en Paraná la tradicional marcha en homenaje a las víctimas, detenidos y desaparecidos durante la última dictadura militar, al cumplirse el 36º aniversario del golpe de Estado de 1976. En ese marco, diferentes organizaciones políticas, gremiales y sociales congregaron a miles de personas. El punto de reunión fue la plaza Sáenz Peña, donde está localizado el Monumento a la Memoria y los desaparecidos, ubicado en la intersección de calles Irigoyen y Carbó. El colorido y la forma en que se erigió la movilización dieron la nota para esta edición. El frente de la columna fue ocupado por familiares de desaparecidos, así como por la agrupación H.I.J.O.S y organizaciones de derechos humanos. Sin embargo, en ese punto las aguas empezaron a separarse. Los miembros de agrupaciones estudiantiles y partidarias, afines al oficialismo, se situaron seguidamente a la primera plana de la marcha, con banderas, pancartas, remeras y cánticos alusivos al movimiento del que son parte. Entre ellas, ubicadas sobre Illia y Carbó, se pudo ver a La Cámpora, brazo kirchnerista dentro del justicialismo, la agrupación Vientos del Sur y la Juventud Peronista, el Movimiento Unidad Peronista, la JP Descamisados. También, se hallaban junto a ellas agrupaciones estudiantes y universitarias, como la Unión de Estudiantes Secundarios, la Agrupación Jhon W. Cook de Trabajo Social y hasta la Juventud Comunista. Por otro lado, en la esquina opuesta se congregaron otras organizaciones sociales, algunos gremios y miembros de la multisectorial. Estos se mantuvieron con la columna, a escasos metros del grupo que encabezaba, pero marcando un breve espacio que los diferenció, con algunos representantes instando a no mezclar filas. En este segundo grupo, se divisó a miembros del Partido Socialista entrerriano, actuales y recientemente desafiliados, a la Juventud del Proyecto Sur, Agmer, la CCC y su correlato estudiantil, el MST, entre otros. La columna sin dividirse completamente, pero cuyo ritmo denotaba ideas y objetivos disímiles, se movilizó por la calles céntricas en un andar calmo, entre música y vociferaciones bregando consignas por la Verdad, la Justicia y la Memoria. La singularidad de esta edición se evidenció al llegar a la intersección de calles Buenos Aires y Cervantes, donde los primeros se dirigieron hacia la Plaza Alvear, lugar característico en el que se acostumbra leer un documento con las reivindicaciones por los derechos humanos, cada 24 de marzo. En tanto, el segundo grupo se acercó hasta la explanada de la Casa Gris, y allí hicieron uso de la palabra, reiterando el pedido por los derechos humanos, pero con un tono crítico hacia el gobierno y las organizaciones que lo apoyan. Particular lugar ocupó la CTA, con miembros en uno y otro bando. Así, Sergio Elizar presenció el discurso en el lugar habitual donde se lleva a cabo, mientras otros integrantes de ese gremio presenciaron el acto frente a casa de gobierno. De esta manera, transcurrió la movilización, con todos los actores enfatizando el lema de Verdad, Memoria y Justicia, pero con destinos diferentes. Las banderas dejaron desdoblada a la memoria.