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e la Redacción de INFORME DIGITAL Este miércoles comenzó el juicio de la denominada “Causa Harguindeguy”, en la sala del Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) de Paraná. La instancia pública en la que se enjuicia a Albano Eduardo Harguindeguy, es el primero que se realiza en contra de quien fuera Ministro del Interior durante la última dictadura militar, dentro de las acciones legales por delitos de lesa humanidad que se vienen efectuando en la República Argentina. Además, están acusados Ramón Genaro Díaz Bessone, Juan Miguel Valentino, Francisco Crescenzo, Julio César Rodríguez, Naldo Miguel Dasso, Juan Carlos Mondragón, Santiago Carlos Héctor Kelly del Moral y Marcelo Alfredo Pérez. En ese sentido, se investiga en la causa los delitos ocurridos en Concordia, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay, agravados por ser considerados de lesa humanidad, encuadrados en las figuras penales de asociación ilícita, violación de domicilio, privación ilegal de la libertad y torturas, y también de participación mediata en hechos que tuvieron como víctimas a 18 personas. En ese marco, el abogado Rubén Pagliotto manifestó: “Me ha tocado asistir, desde el rol de querellante particular, a quienes fueran los sucesores de quien en vida fuera Sixto Francisco Salazar”. Asimismo, contó que Salazar era “un ferroviario que se desempeñaba en Concordia”, quien el 26 de Mayo de 1976 fue “forzadamente desaparecido por personal militar y persona policial y desde allí, no se sabe nada de su existencia ni que le pasó”. A su vez, en diálogo con Radio F5, el letrado indicó: “Hoy comienza el tan postergado y ansiado juicio, respecto a parte de aquel negro período de la Argentina. Sobre todo, la parte que le correspondió al area de Concordia, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay”. Además, explicó que en la producción de la prueba, comenzará “esa larguísima lista de algo más de 200 testigos, muchos de vital importancia por los roles que les cupo en aquella oportunidad, en distintos ámbitos, políticos, sociales, gremiales y hasta, militares. Esto va a llevar aproximadamente, entre 7 y 8 meses”. En esa línea. Pagliotto sostuvo que “lo importante es que el objetivo se cumpla, que es el nombre de los juicios, son los juicios por la verdad. Fundamentalmente, que la verdad salga a la luz”. Por último, se refirió a la intención de uno de los imputados, de no asistir al juicio: “Me opuse a la petición del abogado de Díaz Bessone, en la que argumentaba, que él debía ser separado inmediatamente del proceso porque no está en condiciones psíquicas de entender y de seguir las instancias del juicio. Me opuse, porque como se demostró en el juicio que se realizó en Rosario, donde al Tribunal no le cupó la menor duda que, si bien Díaz Bessone tiene algún tipo de dolencias, las mismas no lo inhabilitarían ni le restarían aptitud para estar en el juicio”.