E
l Tribunal Oral Federal de Paraná autorizó a que Albano Harguindeguy no concurra a las audiencias en el marco del segundo juicio por crímenes de lesa humanidad, que comenzará mañana, por hechos que ocurrieron en Concordia, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay durante la última dictadura militar. El represor de 85 años había solicitado seguir el debate por videoconferencia, a lo que el tribunal hizo lugar y dispuso que lo haga desde el Consejo de la Magistratura de la Nación, después de analizar el informe elaborado por los peritos del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema, que advirtieron que no era aconsejable su traslado a la ciudad de Paraná. La medida fue resuelta este lunes, a dos días del inicio del juicio oral y público contra quien fuera ministro del Interior durante la dictadura que encabezó Jorge Rafael Videla, entre 1976 y 1981, período en el que se produjo la mayoría de los crímenes de la dictadura. Esta será la primera vez que Harguindeguy será sometido a juicio por su actuación durante el terrorismo de Estado. Desde el Ministerio del Interior tenía bajo su órbita los centros clandestinos de detención, tal es el caso de la Policía Federal de Concepción del Uruguay, donde estuvieron secuestrados y fueron torturados estudiantes secundarios, dirigentes sindicales y políticos; y los regimientos de Concordia y Gualeguaychú. “Era el ideólogo del plan y el jefe de las fuerzas de la represión”, sintetizó la abogada querellante María Isabel Caccioppoli, sobre el rol que le cupo. De la misma manera podría ocurrir con Ramón Genaro Díaz Bessone. Su abogado Eligio Abel González solicitó la exclusión del proceso del exjefe del Segundo Cuerpo de Ejército por cuestiones de salud, tal como antes lo habían hecho sus defensores en el juicio que se viene desarrollando desde un año y medio en Rosario. Sin embargo, allí el tribunal tuvo en cuenta la opinión de los peritos oficiales de la Corte Suprema sobre la capacidad del represor de comprender el proceso al que era sometido. En rigor, los peritos consideraron que Díaz Bessone comprende la acusación que pesa sobre él y que puede seguir sometido a proceso, aunque no esté en condiciones de asistir a las audiencias. De allí que el tribunal resolvió que participe desde su casa, donde cumple arresto domiciliario, a través de un sistema de videoconferencia. A pesar de ello, González hizo una presentación pidiendo su exclusión del juicio ante el Tribunal Oral Federal de Paraná, a partir de los previsto en un artículo del Código Penal que establece que “si durante el proceso sobreviniere la incapacidad mental del imputado, el tribunal suspenderá la tramitación de la causa” en su contra. El planteo fue rechazado este lunes por los fiscales y querellantes y, sumado al antecedente de Rosario, es de esperar que el Tribunal Oral Federal de Paraná adopte respecto de Díaz Bessone la misma postura que con Harguindeguy, es decir, autorizarlo a no estar presente en la sala de audiencias y que siga el debate por videoconferencia, ya que de esa forma estaría garantizado su derecho de defensa en juicio.