D
e la Redacción de INFORME DIGITAL Los delitos en los que se utilizan armas de fuego mantiene una variante a tener en cuenta: qué sucede cuando la víctima también posee una pistola o revólver e intenta defenderse. Expertos indican que no siempre manejar un arma brinda seguridad, sino que muchas veces, agrava la situación. En Argentina, a través de la Ley 26.216, fue aprobado el “Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego”. Entre los años 2007 y 2008, en su primera etapa, el programa llevó a recolectar más de 107 armas. En ese sentido, el director de Asociación para Políticas Públicas, Diego Fleitas Ortiz de Rozas explicó: “En Argentina la gente tiene armas por deporte, porque se dedican a la cacería, porque trabajan en las fuerzas de seguridad y otros la tienen por la inseguridad”. Ante esto, argumentó: “El problema es que las armas, si bien en casos excepcionales sirven para prevenir delitos, el fácil acceso a ellas facilita o agrava hechos de violencia que sin el arma, no habría ocurrido”. A modo de ejemplo, el abogado y sociólogo, comentó que existen “muertes por peleas entre vecinos, familiares, accidentes y suicidios impulsivos mayormente en adolescentes”. Y subrayó: “Además, como vimos en el lamentable caso de Etchecopar, que tener el arma en el lugar, puede hacer que un intento de robo, en vez de ser prevenido, termine en forma trágica, es porque los delincuentes reaccionarán ante el intento de defensa de las personas”. A su vez, sostuvo: “Ellos van con miedo y preparados a matar, es mucho más posible que termine fatalmente si una persona reaccione, a que no, claro que hay casos excepcionales donde la persona logra repeler el ataque”. En tanto, respecto al canje de armas, en diálogo con Radio F5, Fleitas resaltó que “hay que intentar de que no entren más armas al `mercado´ y sacar las que hay. El Plan de Recolección de Armas es una herramienta que permitió sacar de circulación y destruir 107.000 armas, lo importante es que esto fue voluntario”. A lo que agregó que “se le explicaba a las personas sobre los riesgos y además se le pagaba cierta suma de dinero –entre $200 y $600-. Este plan se volvería a implementar, pero se debería controlar otras fuentes como los arsenales de las fuerzas de seguridad, porque muchas veces se roban armas o se pierden y caen en manos de criminales, hay que evitar demás que lleguen a personas perturbadas”. Por su parte, en referencia a la situación en Entre Ríos, el director de la Asociación para Políticas Públicas contó que “es una provincia con una gran tradición rural con personas que practican la cacería por lo que hay muchas armas. No tienen tantos robos como las grandes urbes, pero lo ideal sería sacar, las que no son necesarias, de circulación”. De igual manera, destacó que “entre 1997 y 2010 ocurrieron 941 homicidios, de los cuales un 56% fueron con armas de fuego. Hubo 1800 suicidios, los cuales un 25% fueron hechos con armas de fuego”. Cabe subrayar que, en el país, de la cantidad de muertes por uso de armas de fuego, los suicidios se mantienen a la par de los homicidios, mientras que en Entre Ríos, el primer ítem representa el doble respecto del segundo. Por último, Fleitas sostuvo que “si se reduce la posesión de armas, no haremos magia pero se evitarán algunos de estos hechos. Ese fue el caso de la ciudad de Santa Fe, que fue muy exitosa en la recolección de armas y bajaron mucho los homicidios y un poco, incluso, los homicidios