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os dichos del ex presidente del Uruguay
El ex mandatario se refirió a los estudios del monitoreo en el río Uruguay que se realizan de manera conjunta entre ambos países y expresó que “no es posible que nos estén presionando y chantajeando, poco menos, para no publicar de una vez los resultados que todo el mundo sabe que son buenos de este lado y malos del otro lado en cuanto a la contaminación”.
Asimismo, consideró que su país “está actuando de una forma muy débil” ante esta situación. El origen de este monitoreo se remonta a un acuerdo firmado el 28 de julio de 2010 entre los presidentes José Mujica y Cristina Fernández de Kirchner luego del fallo de la Corte Suprema de Justicia de La Haya. Los mandatarios acordaron instalar un Comité Científico Binacional para el “monitoreo conjunto de la planta UPM-Botnia” y los establecimientos y centros urbanos que vuelcan sus efluentes en el río Uruguay.
Según detalló, los estudios fueron encargados a un laboratorio canadiense, pero Argentina se ha negado a divulgarlos, aduciendo diferencias en el criterio para medir y ponderar la temperatura de los efluentes. En rigor, la nueva controversia se suscitó porque el Uruguay autorizó unilateralmente (luego del fallo de La Haya) a aumentar la temperatura de los efluentes de Botnia, cuando el Digesto del río Uruguay establece claramente que no debe superar la temperatura ambiente de las aguas. Introducir mayor calor al río es introducir energía y eso es contaminar, según enseñan los manuales más elementales sobre la materia.
Es más, la propia Corte de La Haya recomendó a ambos países a no agravar el conflicto y que toda resolución vinculada al mismo debe ser tomada en el seno de la Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru) y no de manera unilateral. Por eso las declaraciones de Battle (presidencia en la que se inició este conflicto) nuevamente lo muestran destemplado y dueño de un exabrupto que no condice con la envestidura de un mandatario nacional.
Las críticas al monitoreo de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú
El ambientalista, Martín Alazard, manifestó que "La Haya dictaminó que había contaminación en el río Uruguay, prueba contundente de que eso pertenece a Botnia y por eso se indicó que se hiciera un monitoreo los 365 días del año. Pero luego, la presidenta Cristina Fernández de Kichner y el mandatario uruguayo José Mujica firmaron el pacto de Anchorena, donde se acordó que las pruebas se iban a recabar una vez al mes”.
En ese sentido, añadió: “Ese acuerdo no tiene nada que ver con lo que dictaminó La Haya. Porque además de que se hace una vez por mes, se le avisa a la empresa en qué día, hora y lugar se van a tomar las muestras. Esto lo hace un monitoreo totalmente mentiroso, porque si le avisan, permiten que la pastera acomode las cosas para la inspección”.
En cuanto a los datos recabados en la toma de muestras, Alazard opinó: “Muchos se quejan de que no se dan a conocer los datos, pero no hace falta que se sepa nada, porque eso es un monitoreo mentiroso, acordado por dos gobiernos que están a favor de Botnia”.
En cuanto al pedido de audiencia que habían solicitado en noviembre con la mandataria nacional, el ambientalista explicó: “Nunca recibimos respuesta del gobierno nacional. Hace mucho tiempo que nos dejaron de acompañar”.
Por otra parte, precisó que “uno de los temas que queríamos tratar era el de la judialización de la asamblea, porque estamos ante un estado total de agresión por parte del gobierno nacional. La lucha contra la contaminación, que en su momento fue ‘causa nacional’, como había dicho el ex presidente Néstor Kirchner, hoy no significa nada para ellos y nos dejaron libres y sin protección. Nos soltaron de la mano y cambiaron la política acomodando las cosas de otra forma”.
