T
ras el asesinato de Maria Alejandra Incahuspe en Chajarí, su marido, quien es el acusado por el crimen, debió ser internado en el hospital Las Heras de Concordia, luego que intentará suicidarse. Una vez que el médico Hugo Leiman Patt estuvo en el nosocomio, integrantes de la CTA y de organizaciones civiles advirtieron irregularidades en los procedimientos correspondientes. Asimismo, aseveraron que desde el círculo del acusado se intenta tornar la causa hacia la “inimputabilidad” . En ese sentido, Silvana Calveyra, integrante de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), seccional Entre Ríos, comentó que el departamento de género del gremio se involucró en el caso. Al respecto, señaló: “Vemos con preocupación el tema del femicidio que están sucediendo en la provincia y en lo que va de febrero ya tuvimos cinco”. Asimismo, en diálogo con Radio F5, explicó: “Nos hemos involucrado en el caso de la ciudad de Chajarí, y las compañeras que tenemos en Concordia, por casualidad, al ir de visita al hospital Las Heras, se encuentran con el asesino en situación de que no está incomunicado, y una serie de irregularidades”. A su vez, contó “luego de presentarse, preguntan porque el acusado no está incomunicado, llaman a la policía y aparece un supuesto personal policial, dice ser policía pero no se identifica”. En esa línea, la integrante de la CTA que, a su vez, también forma parte de la Red Alerta, argumentó que son “algunas irregularidades que nosotros vemos que no se está cumpliendo con el proceso penal correspondiente del imputado”. Al respecto, ejemplificó: “Está internado en el área de salud mental, cuando él tiene una bala alojada en la sien. Vemos que el caso se está tornando a la imputabilidad de esta persona”. De la misma manera, entendió que se están dando “una cantidad de cuestiones que hacen que este caso se está tornando impune a la hora de tomar definiciones, y en cuanto al proceso penal correspondiente”. Y advirtió que Las compañeras que estaban de visita en el hospital, quiénes informaron sobre las supuestas irregularidades, fueron “forcejeadas, agredidas y las echaron de un hospital público”. Por última, Calveyra expresó: “Hay una cantidad de irregularidades, contactos y amistades que están garantizando a este asesino una serie de cuestiones que no deberían ser garantizadas” .