E
l factor climatológico fue causa de debte entre el gobierno, la oposición y entidades rurales. Las lluvias durante el verano, o la ausencia de éstas, provocaron que ruralistas y opositores bregararan por la declaración de la emergencia agropecuaria y la intervención estatal mediante la asistencia a los productores. En los últimos días, desde el gobierno se minimizó el impacto sobre el agro y las pérdidas por el factor clima. En ese marco, un experto en el tema, dialogó con Radio F5 para brindar sus conocimientos sobre el tema. El ingeniero agrónomo especialista en agroclimatología, Eduardo Sierra, comentó que “el verano no fue seco, lo fue la primavera, porque cuando empieza esta estación, comenzó a llover”. Asimismo, explicó: “El fenómeno de La Niña no es de sequía continua, no es todo o nada. Aquí tuvo un invierno seco y cálido con algunas heladas que fue agotando la humedad del suelo. En primavera llovió en forma escasa, pero con calor el área agrícola entró en un período largo cálido y seco que se extendió desde mediados de noviembre hasta el mes de enero donde se agotó la humedad del suelo y pareció que se estaba al borde del desastre en la zona núcleo (norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe, este de Entre Ríos y sudeste de Córdoba)”. A su vez, Sierra manifestó que “llueve, a partir del 10 de enero y ha llovido durante dos meses de manera muy buena y se revirtió la situación de humedad de los suelos”. Seguidamente, argumentó: “Los cultivos que se plantaron en forma muy temprana como el girasol (fines de agosto, principios de septiembre), aunque Entre Ríos no tenga mucho de este cultivo, sufrirá tremendamente, la cosecha será mala porque la agarró la sequía primaveral. También sufrirá el maíz y hay una merma muy grande de su producción en todo el país”. Además, remarcó: “La soja se implanta más tarde y las lluvias le vinieron bien, de todas maneras los lotes implantados temprano han sufrido”. Y agregó: “Estamos frente a una cosecha que posiblemente no será un récord pero será buena. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires da 46.000.000 de toneladas de soja que son 6.000.000 de toneladas menos de las pronosticadas, da 21.000.000 de toneladas de maíz, que son 8.000.000 de toneladas menos que la estimación y da una cosecha de girasol muy magra”. En ese sentido, el ingeniero expresó que “para algunos productores, como los pequeños, esto es un desastre, pero a la manera que se va subiendo en escala económica, deja de ser un desastre porque los grandes pooles de siembra tienen dispersa su producción y esto sólo los afecta parcialmente”. Por último, subrayó: “Un pequeño productor entrerriano que tenia 100 o 150 hectáreas y lo agarró la sequía, perdió todo, este es el problema de este año, los impactos localizados”. La mirada desde la oposición En tanto, el diputado nacional por Entre Ríos, Jorge Chemes, disparó: “La presidente o tiene mala información o la tergiversa. Inclusive, con la misma información llegamos a diferentes resultados”. Asimismo, aseguró que “si bien no ocurrirá una catástrofe planetaria, la sequía es importante y bajará los rendimientos de granos y producción de carne por la reducción de pasturas”. Además, el legislador radical remarcó: “Los recursos del Estado no serán los mismos y eso es lo que planteamos; que se reconozcan los menores ingresos y la situación del productor que, en no todos los casos, está en condiciones muy malas porque el clima le ha jugado muy en contra”. En la misma línea, Chemez argumentó que “los efectos son para todos los sectores, no sólo para medianos y chicos productores, pero sin dudas es este quien sufre más económicamente porque se queda sin ingresos. Además, si sólo produce granos, debe esperar hasta la próxima cosecha”. Finalmente, el diputado pidió “que se cumpla con la ley de emergencia donde existen herramientas para socorrer al productor afectado y acoplado con esto, normalizar todo el sistema de comercialización para que se pueda vender el trigo almacenado que no pudo vender”.