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or los primeros indicios recolectados en la causa ordenó la inmediata detención del acusado, de 40 años, quien trabaja en una estación de servicios de la capital entrerriana. El domingo a la noche la esposa del sujeto se enteró a través de una carta el relato de su hija, donde le confió que el padrastro desde hacía tres años la venía violando. La menor, afectada y acongojada por lo que le venía sucediendo, le confesó los padecimientos sexuales, tras pedirle que le creyera. La víctima sabía que si confesaba el matrimonio de su madre quedaría destruido, por lo que sacó fuerzas y describió con lujo de detalles cómo venían sucediendo los reiterados abusos sexuales. La madre, sin dudar, contuvo a su hija y procedió de modo instantáneo a realizar la denuncia en la comisaría 10ª. Se tomó la acusación, avalada por dichos de la menor que entregó la carta escrita a su madre. El juez Bonazzola, al conocer detalles de la denuncia, ordenó rápidas medidas procesales para aclarar el suceso y tras recolectar datos que apuntalan la presentación de la madre, de 40 años, es que ordenó detener al acusado, quien fue buscado desde la estación de servicios y derivado en la noche del lunes a la Alcaidía de Tribunales del Poder Judicial. La carátula inicial es la de Abuso sexual con acceso carnal agravado, por tratarse de la persona que ocupaba la posición de padre en la vivienda. El detenido por el momento será asistido por el defensor oficial, habida cuenta de que en la Alcaidía ningún familiar directo del acusado se hizo presente para notificar de la asistencia de un abogado del foro local. El magistrado dispondrá en los próximos días que la víctima dé su testimonio en la cámara Gessel, para lo cual deberá dar la información al equipo interdisciplinario de la Justicia. Se conoció que el padrastro aprovechaba para consumar los abusos los momentos en que la madre se iba a trabajar a un nosocomio de Paraná. Allí, tras amenazarla, la obligaba a someterla a sus bajos instintos.