L
a vuelta de los docentes al aula, que ocurrirá este martes, será el punto de inicio de una nueva estrategia que este año ensaya el Consejo General de Educación (CGE) y que apunta básicamente en un sentido: evitar el fracaso de los alumnos en el pasaje del Jardín de Infantes a la escuela primaria. Y para eso reunirán por primera vez en un encuentro de capacitación a docentes de uno y otro nivel para acordar pautas de trabajo común. Los docentes, que deberán destinar dos días en la semana del 14 al 17 a establecer líneas de trabajo común en la escuela, tendrán varios materiales de trabajo, entre ellos, la resolución Nº 154 del Consejo Federal de Cultura y Educación que pone énfasis en la necesidad de replantear las prácticas docentes como condicionante para el fracaso. Ese documento da cuenta que la no promoción de los alumnos se debe, en parte, a “las propias lógicas de escolarización y las condiciones concretas de enseñanza y aprendizaje”. O sea: la culpa no es sólo del alumno, sino también del docente. En el caso del nivel inicial, fundamentalmente las salas de 5 años, se plantea un cuello de botella en el pasaje al primer grado de la primaria, frecuentemente convertido en una barrera difícil de sortear para los chicos en el arranque de su trayectoria escolar. “Consideramos que uno de los motivos del fracaso escolar de los niños, de las repitencias, sobre todo en los primeros grados, es una falta de continuidad en los aprendizajes, y de no considerar los saberes adquiridos por el chico en el nivel inicial”, dice Rosa Villarruel, directora de Nivel Inicial del CGE. El nivel inicial en el sistema educativo se inicia desde muy temprano, en los jardines maternales, con chicos de 45 días hasta los 2 años; después está el Jardín de Infantes, con sala de 3, 4 y 5 años. Aunque el mayor desarrollo en Entre Ríos está dado por las salas de 5 años, con una cobertura que está en el 99%; menor cobertura tienen las otras salas. En 2003, en salas de 4 años la tasa de escolarización llegaba apenas al 37,3%, con un total de 14.933 niños sin escolarizar; en 2006, la tasa de escolarización subió al 48,5%, con 12.351 chicos que no asistían a jardín; y en 2009 se incrementó todavía más, al 60,8%, con solamente 9.293 nenes sin asistir a la escuela. Según un estudio que desarrolló el Instituto Marina Vilte de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), la cobertura de las salas de 4 años de los jardines de infantes, un nivel que todavía no es alcanzado por la obligatoriedad escolar, creció entre 2003 y 2009 en Entre Ríos un 63%. La expansión de las salas de 4, sin embargo, está acotada por la falta de espacio físico, como reconocen en Educación. “La cobertura de 5 años, prácticamente está lograda”, dice Villarruel. “Lo que tenemos que hacer es universalizar la sala de 4 años. Hay mayor demanda de los niños de 4 años y la intención es que se pueda universalizar. Por ahora, estamos priorizados las solicitudes de cargos en aquellas escuelas que cuentan con espacios físicos. No sólo hay demanda en salas de 4 años, sino también en los jardines maternales”, asevera. En tanto, en Educación, consideran que, a pesar de los esfuerzos, el nivel inicial se presenta como falto de relación con el resto del sistema educativo, y por eso plantearon la necesidad de crear espacios de encuentro entre los docentes de uno y otro nivel. Una disposición que distribuyeron las autoridades educativas a todas las escuelas propone que las mismas instituciones deberán organizar sus espacios de tiempo para llevar adelante la propuesta que requiere de dos días de encuentro. Y que los destinatarios son los docentes de salas de 4 y 5 años, y del primer ciclo de la educación primaria, además de los supervisores y equis directivos, más los maestros integradores. La titular de Nivel Inicial pone el énfasis en la “articulación” entre el Jardín de Infantes y la escuela primaria. “Necesitamos que el nivel primario tome a los alumnos que egresan del Jardín de Infantes a partir de los conocimientos que ya llevan desde el nivel inicial. Y en cuanto a la inclusión, favorecer la trayectoria de los niños que tienen discapacidad. El nivel inicial tiene pasos muy avanzados, pero hay que hacer realidad esos documentos que ya existen. Uno tiene que valorar lo que el niño ha aprendido en el otro nivel, o lo que trae de su casa, para dar continuidad. Y a partir de ahí, profundizar todo lo que se trabaja en la escuela primaria. Pero siempre a partir de los saberes adquiridos en el nivel inicial”, puntualiza. En el documento “Pautas federales para el mejoramiento de la regulación de las trayectorias escolares en el nivel inicial, primario y modalidades”, el Consejo Federal de Cultura y Educación plantea la necesidad de que las distintas provincias reorganicen la estructura de sus sistemas educativos con la vista puesta en la inclusión de los alumnos en la escuela, evitando el fracaso continuo. Allí se postula la necesidad de aplicar “las modificaciones organizativas, institucionales, pedagógicas, didácticas y del trabajo docente que permitan que las y los estudiantes accedan a los aprendizajes escolares”. También se insta a poner en foco las inasistencias reiteradas de los estudiantes, y en la forma de recuperar los saberes que se hayan perdido a consecuencia de ello. Al respecto, sostiene: “En todos los casos, el criterio que prevalecerá será el de restablecer lo antes posible la asistencia, descartando las medidas de corte punitivo sobre los estudiantes”. Pone énfasis, además, en el ingreso a la escuela, y en particular, en el Jardín de Infantes insta a las provincias a permitir la inscripción del chico en cualquier momento del año. Y aún cuando sea obligatorio cursar la sala de 5 años, el no cursado de éste nivel no debe ser obstáculo para ingresar a primer grado.