L
uego del período de receso y próximo al comienzo de clases, los dueños de transportes escolares reanudan sus actividades y ya comenzaron a tomar reservas para trasladar a los alumnos de distintos zonas de Paraná. Previo a la iniciación del servicio, Transportistas Escolares Asociados (Tresa) acordaron una reunión para el viernes, en horas de la tarde, en la que definirán un aumento en la tarifa. Desde el sector argumentan que deben hacer frente a los costos de mantenimiento de los vehículos y a las subas del combustible y el seguro. En este sentido Roberto, uno de los conductores consultados, admitió que el precio del gasoil ultra diesel oscila entre los 4,50 y los 6 pesos, según la estación de servicios. “El seguro aumentó un 10%, y ni que hablar si se rompe el vehículo y tenés que gastar en mecánico y repuestos”, indicó. Por otra parte, los dueños de transportes sufren una merma en la actividad durante enero y febrero. Algunos optan por ofrecer el servicio para las colonias de vacaciones, bajando considerablemente los precios, y “otros directamente no trabajan en el rubro, pero deben afrontar igual los gastos. La mayoría de quienes brindamos el servicio en esta época invertimos en mecánico y chapista para dejar el vehículo en condiciones antes del comienzo de clases, agregó el chofer. “Por lo general, son aproximadamente 2.600 los chicos que utilizan el servicio, y en la provincia hay 110 transportes habilitados”, señaló por su parte Abelardo Giordano, integrante de la comisión directiva de Tresa. Por ahora los importes que se manejan dependen de la distancia, pero rondan entre los 300 y 400 pesos. Las unidades de traslado están habilitadas para llevar 18 o 22 pasajeros. Si bien se admite que habrá subas, por ahora nadie se anima a hablar de porcentajes. Resta discutir de cuánto será el aumento para evitar pérdidas y que este siga siendo un negocio rentable para quienes se dedican a esta actividad como modo de ganarse la vida. Vehículos no habilitados El tema de los transportes ilegales es una de las mayores preocupaciones que tienen los propietarios de los vehículos abocados al traslado de escolares. “Se calcula que uno de cada cinco es trucho”, aseveró el transportista Andrés Cano, quien señaló: “Hasta se ven motos que llevan a los chicos a la escuela, y de a uno o de a dos. También hay autos o camionetas. Tenemos constancia de las denuncias que hicimos desde Tresa, pero sin respuestas”. “Esperamos que en esta gestión la situación cambie y haya mayores controles, porque implica un riesgo que haya unidades que lleven a los chicos sin tener el control vehicular”, expresó. Por último, aconsejó a los padres que “contraten un transporte habilitado” y que “no esperen hasta último momento, ya que ahora se están cubriendo los cupos y quedarse sin lugar implica buscar después otras alternativas que no encuadran dentro de los vehículos que garantizan seguridad para sus hijos”, concluyó.