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on alrededor de 130 años de historia a sus espaldas, la compañía con sede en Rochester (Nueva York) pidió acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos (concurso preventivo) para reestructurar su negocio y tratar de enfocarse en la venta de impresoras. «Kodak está dando un importante paso para permitir que la empresa complete su transformación», declaró en la víspera el presidente y CEO de la firma, el español Antonio Pérez, quien aseguró que la compañía «ya ha salido de manera eficiente de algunas de sus operaciones tradicionales». Esa salida ha supuesto desde 2003 el cierre de más de una decena de plantas, un centenar de laboratorios y casi 50.000 despidos, pero según el máximo responsable de Kodak, este proceso supondrá «completar la transformación al solventar aún más la estructura de costos».