E
ste martes por la tarde el centro de Rosario se llenó de humo por la quema de pastizales en las islas entrerrianas, lo que coronó una jornada de calor agobiante como en todo el país. Algunos focos ígneos se reavivaron en la zona de islas y el viento desparramó el humo por el casco céntrico de la ciudad. En la antítesis del "sobre llovido, mojado", el atardecer en el centro rosarino se transformó en un lapidario "sobre el insoportable calor, humo". Los focos provienen de las habituales quemas de pastizales que se realizan en la zona de islas frente a Rosario, aunque el viento que se levantó en horas de la tarde reavivó el fuego y trasladó el humo hasta la ciudad, lo que tornó aún más irrespirable el aire. En Rosario, la temperatura llegó a 37.5º alrededor de las 14 con una sensación térmica que arañó los 40 grados.