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a Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) va camino de aprobar una reglamentación sobre los modos de evaluar a los alumnos que asisten al sistema de enseñanza preuniversitario en las cinco escuelas que tiene en la provincia, con la introducción de una innovación: los profesores tendrán vedado poner una nota insuficiente a los alumnos en el primer trimestre. El borrador de esa reglamentación que está en su etapa final sostiene que la ponderación del desempeño del alumno derivará en una calificación numérica, de 1 a 10, pero con una particularidad: el primero de los tres trimestres tendrá la salvedad de que no se podrá aplicar una nota al estudiante que sea inferior a 4. El texto considera “muy arriesgado” calificar al alumno con una nota insuficiente, de 1, 2 o 3. “En tal sentido –dice el proyecto ya discutido en las escuelas–, no podemos desconocer que un elemento constitutivo de la situación educativa es el tiempo pedagógico, el cual debe contemplarse al momento de emitir una primera valoración o juicio sobre las capacidades de aprender. En concordancia con este planteo, la calificación correspondiente al primer trimestre no deberá ser inferior a 4”. Son cinco las escuelas medias de nivel preuniversitario que dependen de la Uader, desde su creación, en 2001, y por tanto tienen una reglamentación propia, que ahora empieza a diferenciarse del resto del sistema a cargo del Consejo General de Educación (CGE). Se trata de la Escuela Normal José María Torres, de Paraná; la Escuela Rural Almafuerte, de La Picada; la Escuela Normal Rural Alberdi, de Oro Verde; la Escuela Técnica Nº 35, de Crespo; y el Colegio Justo José de Urquiza, de Concepción del Uruguay. En esos institutos comenzará a regir la nueva reglamentación sobre promoción de los alumnos, una vez que sea aprobado por el consejo superior de la Uader. “Todavía es una discusión. No está cerrado el tema –aceptó Silvia Densch, responsable de la Dirección de Educación Preuniversitaria de la Uader–. Pero en lo que se ha ya discutido se han planteado algunas innovaciones pedagógicas, como esta de la recomendación para que no se apliquen notas por debajo de 4 durante el primer trimestre, por cuanto es difícil tener un conocimiento acabado del alumno al inicio del año escolar”. El tema, señaló, ha sido analizado desde septiembre en adelante en distintos encuentros de representantes de las cinco escuelas que dependen de la Uader. “La idea es, de a poco, ir dándonos una normativa propia, porque hasta ahora nos regíamos con la reglamentación del Consejo de Educación”, añadió. No hay variantes respecto de lo que plantea el Consejo de Educación para sus estudiantes secundarios: la Uader plantea una instancia de recuperación de contenidos al finalizar cada trimestre para los alumnos con dificultades para promocionar una materia, se aprueba cada trimestre con 6, aunque habrá dos turnos de exámenes, en diciembre y en febrero. Es idéntica la regla respecto a que se permitirá llevar sólo dos materias previas sin aprobar. Un capítulo especial dedica la nueva reglamentación a los alumnos que no hayan aprobado, y repitan de año. El artículo 33º indica que todo estudiante “que no resulte promovido al curso inmediato siguiente, tendrá derecho a solicitar vacante. Para su otorgamiento tendrán prioridad los alumnos repitentes de la institución y quedará sujeto tanto a la capacidad física como a la disponibilidad de recursos humanos necesarios para acompañar y sostener estas trayectorias escolares en el marco de la heterogeneidad de la población escolar”. El CGE tiene al respecto una reglamentación que difiere sustancialmente: pone en la cabeza de los responsables educativos la obligación de encontrar vacante a los repitentes. Otra particularidad que regirá para las escuelas de la Uader es la vigencia de las equivalencias, suprimidas por Educación. Así, indica que en las instancias de exámenes de alumnos previos, “ningún estudiante podrá ser evaluado por la comisión en un espacio curricular si adeuda” materias correlativas. Densch dijo que en la Uader darán más tiempo al alumno para poder promocionar las materias que adeuden. “Vamos a tener mesas en febrero, con un período más amplio de 15 días, hasta un mes, dependiendo del caso de cada alumno”. Y completo: “La idea es la inclusión, y evitar el fracaso del alumno. Eso está contenido también en el sistema de ingreso, permanencia y reingreso. Hay alumnos que por motivos de trabajo quedan libres por las faltas acumuladas, y hay que encontrar la forma de que vuelvan a la escuela”.