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ay cinco esquinas conflictivas por el tránsito en el microcentro de Paraná: Buenos Aires y 25 de Junio; Buenos Aires y Urquiza; Pellegrini y España; Gualeguaychú y Monte Caseros; y Alem y Monte Caseros. Generan mayor dificultades a partir de las 10.30 y deben contar con inspectores de Tránsito en forma permanente para dirigir el avance de los vehículos en cada bocacalle; cumplen la función del semáforo. Por esas esquinas cruzan varias líneas de colectivos. A su vez confluye el ingreso y la salida al centro de la capital provincial. También hay instituciones educativas sobre esas calles y en las inmediaciones. Con detenerse unos minutos es fácil advertir que no todos los conductores respetan las normas de tránsito: algunos, aunque sea por unos instantes, estacionan en doble fila en calles que no son anchas. Son todo factores, que hacen caótico circular con normalidad. Raul Cabillolis, director de la Central de control de tránsito y transporte de Paraná dijo :“Hay un 30% de remanente que quedaba de la obra de la red semafórica que hizo la empresa adjudicataria. Con él se iban a colocar semáforos en los puntos más conflictivos”. También explicó que “se iba a hacer un corredor por calle Buenos Aires y Pellegrini desde Cervantes hasta Perú. Lo mismo en las esquinas Alem y Monte Caseros; Alem y 9 de julio, y Monte Caseros y Gualeguaychú”. Evaluar soluciones De colocarse semáforos que no estén sincronizados, independientes uno de los otros, por las distancias y la anchura de las calles, es posible que el tránsito empeore aún más. “Una cosa es poner semáforos aislados y otra es interconectarlos y hacer que funcionen en red” explica Cabillolis y agrega:“Se deben instalar cuerpos semafóricos coordinados en luz verde por el corredor de calle Buenos Aires y Pellegrini, en secuencia con las calles laterales”. Los semáforos de Paraná están monitoreados durante 24 horas. Cuando se coordina una onda verde, se hace de acuerdo a una franja de espacio y tiempo. Al instalarse un semáforo en red, se altera todo el sistema original para poder coordinarlos. “Ordenaría en forma fehaciente el tránsito en esta zona conflictiva y los inspectores podrían controlar para sacar los autos en segunda fila para que no se estanque y no se infrinjan las normas; optimizás el trabajo”, concluye Cabillolis. Las estadísticas muestran que en noviembre de 2010 hubo 44 colisiones dentro de las calles principales de la ciudad. En el mismo mes pero de 2011, se llegó a 63. Hay días que registran más de seis colisiones en una mañana. Pruebas pilotos positivas Según informó la Central de control de tránsito y transporte de la capital provincial, se hicieron las modificaciones de la red semafórica ubicada en Cinco Esquinas y los chequeos realizados son exitosos. “No queda ningún auto colgado en el cantero del medio y hay un espacio de 60 metros para un mayor caudal vehicular”, explicó Raúl Cabillolis, director de la Central. A partir de un informe de la Central entregado a la Subsecretaría de Transporte del municipio se llevó adelante la medida. “Se realizó la reprogramación de avenida Ramírez y se modificaron los semáforos de luz pleno verde con flecha direccional norte/sur”, explicó Cabillolis y agregó luego: “El cambio es desde Laurencena a Carbó y aproximadamente a las 10 de la mañana se hicieron las pruebas pilotos. Se puede decir que no queda ni un solo vehículo atravesado en la calzada y se logra un remanente de 60 metros aproximadamente”. Los vehículos quedaban varados en el cantero del medio justo cuando el verde le da paso a los que ingresaban por otras arterias que desembocan en las Cinco Esquinas.