E
l imputado desapareció de Victoria el mismo día del hecho (4 de diciembre) y lo buscan fuera de Entre Ríos. Los investigadores sostienen que está siendo “aconsejado y protegido por alguien mucho más inteligente que él”. Carlos Carrizo sigue siendo buscado como principal sospechoso de los crímenes ocurridos en una pequeña vivienda de calles Bartoloni y Constitución, donde las víctimas fueron encontradas muertas sobre una cama de dos plazas por otro hijo de Lanieri, de 8 años, que dormía en la misma habitación donde ocurrió el hecho. “Seguimos buscándolo con la misma intensidad del primer día. Suponemos que no está en la ciudad porque se trabajó con dos grupos de canes que realizaron un rastrillaje por toda Victoria” respondió el jefe de Policía de esa ciudad, comisario mayor Carlos Pérez. Investigación El funcionario se excusó de dar detalles sobre la investigación que lleva adelante el juez José Alejandro Calleja, pero admitió que las principales pistas para ubicar al fugitivo están “fuera de la provincia”. Los domicilios de Rosario donde se sospechaba que Carrizo podía estar oculto “fueron revisados. Se vigilaron dos casas, una en la ciudad y otra en la zona del Gran Rosario” detalló el comisario. “Hay gente trabajando fuera de la provincia bajo las órdenes del juez”, apuntó. Cuando se le preguntó si se siguieron recabando elementos de prueba del femicidio el jefe policial dijo que “se llevan adelante todas las tareas que pide el Juzgado”, y acotó que “evidentemente, Carrizo sería la persona más indicada para aportar los datos necesarios para esclarecer el hecho”. Días atrás, el jefe departamental hizo una advertencia a los parientes y allegados de Carrizo que podrían estar brindando apoyo al prófugo, y les recordó que el encubrimiento es un delito. Sin embargo, otras fuentes de la investigación consultadas señalaron que algunos de los allegados del hombre buscado siguen protegiéndolo. “Alguien más inteligente que él lo está guiando o acompañando para que pueda cambiar periódicamente de domicilio, e incluso para conseguir algún trabajo fuera de la provincia” deslizó la fuente. La semana pasada, mientras se hacia un rastrillaje intenso con la ayuda de buzos tácticos del departamento especializado de Paraná y la división canina de la Policía de Entre Ríos, los policías se manifestaron optimistas. A casi veinte días del hecho, y aún sin conocer el paradero del presunto homicida, insisten en que tienen pistas para ubicarlo.“ “El 90% de las sospechas recaen en Carrizo. El margen de duda es mínimo. El mejor testigo para aportar datos que refuerce una hipótesis distinta es el propio Carrizo, que es padre y pareja de las víctimas y habría estado en el lugar del hecho esa noche” resumió un oficial de Policía.