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a Cámara del Crimen de Concordia condenó a 5 años y medio de prisión efectiva a Sergio René Masetto, contratista de mano de obra para las quintas cítricas de Chajarí, acusado de intentar matar al delegado de la Dirección de Trabajo de la provincia en esa ciudad, Silvio Pucheta, el 15 de mayo de 2008, en pleno conflicto por la Resolución 125. Masetto, de 41 años, camionero y dedicado a la intermediación en la mano de obra para la cosecha de frutas en la zona de Chajarí, fue encontrado culpable del delito de “homicidio en grado de tentativa” por el tribunal integrado por Martín Carbonell, Carlos Larrarte y Patricia Pérez. La agresión ocurrió cuando Pucheta intentaba controlar la actividad de Masetto, a fin de evitar trabajo no registrado, contratación de indocumentados y trata de personas (alojados en condiciones infrahumanas en la zona de quintas). Hechos. Según el tribunal, Masetto intentó “dar muerte a Silvio Darío Puchetta mediante la utilización de un arma blanca tipo cuchillo-machete, marca Tramontina, de unos 50 centímetros de hoja y 4,30 centímetros de ancho, con mango color negro tipo plástico, provocándole con el mismo heridas cortantes” en el costado izquierdo del cuello, de unos 10 centímetros de largo, otro corte de unos 4 centímetros en al muñeca izquierda, más otros tajos en dedos y tendones de la mano izquierda. El ataque, según la sentencia que reprodujo la prensa de Concordia, sucedió en la vía pública en calle Salvarredy sin número, entre Avenida 1º de Mayo y calle Güemes, en barrio Pinar, el 15 de mayo de 2008 a las 19 horas. Tranquilo Consultado por periodistas luego de conocido el veredicto, el funcionario dijo que la decisión judicial “es una tranquilidad” para él y para su hija, “que en aquel momento tenía 16 años y la pasó muy mal”, dado que la menor salió en defensa de su padre al ver que lo atacaban con un machete. “Ella estuvo en todo momento. Y además intervino un vecino de apellido Fochesatto, que también terminó lastimado”, recordó Puchetta. El delegado de Trabajo reconoció que “ir a dar los testimonios (en el juicio) fue volver a vivir todo de nuevo. Hace dos miércoles atrás fuimos todos a declarar y la pasamos muy mal. En el debate mi hija se puso muy mal, tuvo un ataque de nervios, se largó a llorar. Pero gracias a Dios el fallo nos trajo un alivio” reconoció. Aclaró que le quedaron secuelas de la agresión en su mano izquierda, y acotó que tiene pendiente un reclamo de resarcimiento económico contra la ART, que no le habría reconocido el daño por considerar que no se produjo en horario y lugar de trabajo. Rememoró que todo se inició como parte de una denuncia que vecinos de la zona de calles Urquiza y Guarumba, en la zona de la estación terminal de ómnibus de Chajarí, que se quejaban por ruidos molestos casi todos los días. Policía y personal de Trabajo fueron al lugar, una precaria vivienda donde vivía un grupo numeroso de personas hacinadas, las que manifestaron ser trabajadores de Masetto, pero no tenían documentación laboral, y algunos carecían incluso de identificación personal. A partir de allí, señaló que citaron tres veces al contratita y “la ultima vez apareció diciendo que no iba a inscribir a nadie, que nos dejáramos que de joder, que me iba a matar. En ese momento no le hice caso, porque ese tipo de amenazas uno la recibe prácticamente a diario”. Pero a los pocos días, el hombre apareció por su casa. Flagelo “A partir de esto, los productores deben entender que nosotros y nuestros inspectores, somos trabajadores y hacemos una tarea que alguien tiene que hacer. Debemos controlar que tengan sus cosas en regla y eso no da derecho a que me saquen a trompadas o me amenacen. Este fallo es ejemplar y creo que los productores lo deben tener en cuenta” apuntó el agredido. Según publica el medio digital de Concordia, en el Departamento Federación, la situación de las empresas de servicios que contratan trabajadores de otras provincias o países limítrofes para proveer de mano de obra a quintas cítricas, es un “flagelo tan grave como recurrente”. Durante el juicio oral y público intervinieron en la acusación el fiscal de Cámara Jorge Suñer, y el querellante particular Adhemar Ivan Dri (representante de la victima Silvio Pucheta).