S
e llama Zheng Lin pero todos le dicen un nombre menos trabado, de dicción más fluida: Lili. Es una mujer menuda, resuelta. Está al frente de la faena de un nuevo emprendimiento comercial, otro supermercado chino que abrirá en la ciudad. Los “chinos” es un genérico que sirve para identificar a los autoservicios que vienen ganando de modo resuelto parte del mercado de los supermercados en la provincia. El último bastión que incorporaron en Paraná es el local ubicado en calles Selva de Montiel y Gutiérrez, donde funcionó un comercio emblemático del barrio San Agustín, el Autoservicio Toloy. La proximidad y los bajos precios son clave para el crecimiento de este tipo de negocios, que ya no generan las críticas que supieron cosechar cuando empezaron a crecer. Quizá el último bastión que resistió el cambio de manos en el negocio de los autoservicios lo sostuvo Julio Gómez, dueño del almacén Don Julio, en el Primer Cuartel de la ciudad de Victoria, que en 2008 imaginó una resistencia localista que no prosperó. Números El último relevamiento nacional da cuenta que en las ciudades del interior del país se registran 20 aperturas de supermercados chinos al mes, y así han conseguido conformar una red de 10 mil locales en toda Argentina, con ventas anuales por más $25.000 millones, según cálculos del sector. Los números provienen de la Cámara de Autoservicios y Supermercados Propiedad de Residentes Chinos (Casrech), y dicen que los autoservicios con más de 250 metros cuadrados de salón de venta representan en el país 9.800 locales. A esos, se agregan otros 200 negocios más pequeños. La facturación promedio por local ronda los $ 8.000 diarios. Aldo Bachetti, director de Industrias y Pymes de la provincia, dice que no hay datos precisos del número de locales que se han abierto en Paraná, pero estima que podrían ser una docena. Pero brinda además otro dato: el crecimiento de los súper chinos ha comenzado a despertar la inquietud de los hipermercados. “Será por eso que están buscando achicar su formato para poder competir; quieren tener más proximidad”, explica. Bachetti sostiene que los supermercados chinos han tenido una evolución tal que hoy absorben el 40% del mercado de venta de alimentos. Su progreso en el mercado del supermercadismo se ha dado sobre la base de una estrategia, que se pensó para el comercio de capital local: la compra en forma asociada de modo de conseguir mejores precios, y así poder competir de igual a igual con los grandes. Pero la expansión de los súper chinos no se da de modo parejo en toda la provincia. Carlos Damasco, titular del Centro de Defensa Comercial e Industrial de Gualeguaychú y presidente del Consejo Provincial de Comercio Interior (Coprocin), dice que en el sur las estadísticas se muestran inamovibles. “No tenemos diferencia con respecto a otros años. Desde hace cinco años en Gualeguaychú sólo hay tres supermercados chinos. No pasa por ahí la preocupación del comercio local, sino por el amesetamiento de la actividad”, opinó el dirigente. Ese tema, precisamente, piensan planteárselo al gobernador Sergio Urribarri, en un encuentro que todavía no han conseguido concretar. A los comerciantes les preocupa el excesivo endeudamiento de los consumidores, asegura Damasco, lo que hace prever un futuro incierto para la actividad. A lo grande Lo que sí avanza en todo Entre Ríos es el formato de las grandes cadenas de hipermercados. El relevamiento de la Dirección de Estadística y Censos, a través de la encuesta a empresas de supermercados, que acaba de darse a conocer da cuenta que los hiper absorben en la provincia el 57,2% del mercado, relegando a los autoservicios de capitales locales que se quedan con el 42,8%. El avance de las grandes cadenas se ha mantenido constante en los últimos años en la provincia. En 2007, los autoservicios locales concentraban el 57,08% del mercado, con lo cual en tres años perdieron un 10%. En 2008 pasaron a quedarse con el 50,12%, para finalmente seguir en retirada, quedar por debajo del 47%. Ahora, retrocedieron todavía más, y están en el 42,8%. Bachetti opina que es necesario aplicar una regulación sobre la llegada de las grandes cadenas. “Hasta que no me demuestren lo contrario, voy a seguir pensando que estas grandes cadenas no aportan nada a la provincia. No generan más trabajo, no producen nada a nivel local y no pagan los impuestos que les corresponde. Sólo vienen a vender yerba y azúcar en un mercado que ya está sobresaturado”, apunta. Bachetti dice que está avanzado el proyecto para aplicar de modo pleno el texto de la Ley N° 9.393 de regulación de hipermercados en la provincia. La norma, sancionada en 2001 por la Legislatura, recién pudo reglamentarse en septiembre de 2010. Esa norma impone a los hipermercados la obligación de tributar una alícuota del 5,5 % en concepto de Impuesto a los Ingresos Brutos, con una “sobretasa” del 2,5 % sobre el 3,5 % que tributan las demás actividades comerciales. Pero también impone la necesidad de instrumentar un régimen de audiencias públicas para debatir sobre la conveniencia o no de su instalación. Bachetti dice que la provincia está en condiciones de comenzar a recaudar esa sobretasa entre los hipermercados. Datos Hay cinco grandes cadenas en la provincia, que al 31 de diciembre de 2010 contaban con 34 bocas de expendio, con un crecimiento del 6,3% respecto a 2009. La superficie cubierta total en el área de ventas es de 49.479 metros cuadrados. Los hiper tienen el 57,2% del mercado; y los autoservicios locales, el 42,8%.