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e la redacción de INFORME DIGITAL Tal vez uno de los partidos más esperados por la parcialidad rojinegra es el que en principio se iba a jugar este sábado con River Plate. El hecho de que el club entrerriano que transita su segunda temporada en la Primera B Nacional enfrente a uno de los cuadros con mayores éxitos en la historia del fútbol argentino, acapara la atención de miles de simpatizantes. Sin embargo, surgieron una serie de contratiempos que ponen en duda la fecha del partido pero también la asunción del gobernador. Es que el encuentro en el estadio Monumental estaba programado por la Asociación del fútbol argentino (AFA) para las 19:10, con televisación de Fúbol para todos. Pero en ese mismo horario estará asumiendo su segundo mandato presidencial Cristina Fernández, lo que obliga a que el partido se juegue entre el domingo y el martes. Ocurre que el domingo hará su presentación Boca Juniors, flamante campeón invicto del torneo apertura de Primera División. Y el horario en que habitualmente se juega el partido televisado en esa categoría es el de las 19:10, por lo cual suena como fecha probable del partido el lunes a las 19. Pero ese día no está exento de dificultades, ya que ese día se producirá la asunción del gobernador y los diputados y senadores entrerrianos. Inclusive, la Asamblea Legislativa (que se va a realizar a las 19:30) no se va a llevará a cabo ser en el Teatro 3 de Febrero como en 2007, sino en el recinto de la Cámara Baja, ya que según se indicó oficialmente “quitaría importancia a la fiesta popular” con un artista de renombre nacional (se habla de León Gieco y Soledad Pastorutti). Sin embargo, si AFA define que se juegue el lunes y Urribarri deberá definir entre asumir a la misma hora que el tan esperado River-Patronato o pasar la ceremonia para el martes 13, aunque hay resistencia en el gobierno a siquiera pensar esa fecha, ante la sombra del factor superstición. Hasta ahora, ni la AFA, ni Patronato, ni el gobierno, televisación, asunciones y superstición de por medio, están decididos a ceder y poner fin a la incertidumbre de hinchas y militantes.