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ras una larga agonía, falleció en Tucumán Antonio Domingo Bussi, ex gobernador de la provincia y represor durante la última dictadura condenado por delitos de lesa humanidad. Bussi, de 85 años, permanecía internado en una clínica de San Miguel de Tucumán y sufría una "falla multiorgánica irreversible". Su hijo Ricardo había dicho el martes que "no tiene sentido extender la agonía" y que su padre "está en manos de Dios". Nacido el 17 de enero de 1926 en Victoria, Entre Ríos, a los 17 años ingresó al Colegio Militar. Se formó como oficial de Estado Mayor en la Escuela Superior de Guerra y en 1966 fue trasladado al regimiento 19 de Tucumán. Bussi se especializó en la "lucha antisubversiva": recibió instrucción en el Command and General Staff College de Kansas, Estados Unidos, y en 1969 fue uno de los observadores argentinos que acompañó al ejército norteamericano en la guerra de Vietnam. En 1975 fue ascendido a general de brigada y puesto al mando del llamado Operativo Independencia, con el objetivo de "exterminar" a la guerrilla tucumana. Con la llegada de la dictadura, el 24 de marzo de 1976, fue designado gobernador de facto en Tucumán, cargo que ocupó hasta 1980. A pesar de las numerosas violaciones a los derechos humanos cometidas por él y bajo su mandato, Bussi fue elegido gobernador en democracia, entre 1995 y 1999. Ese año consiguió una banca de diputado, pero la Cámara Baja rechazó su diploma por sus crímenes. En 2003 ganó la intendencia de San Miguel de Tucumán, pero no pudo asumir: tres meses después fue detenido por la desaparición de Guillermo Vargas Aignasse. Bussi enfrentó varias causas ante la justicia por violaciones a los derechos humanos: le imputaron la desaparición de 72 personas y fue uno de los involucrados en la megacausa ESMA. En 2008 fue condenado a prisión perpetua e inhabilitación domiciliaria. Y el 27 de mayo pasado fue dado de baja del Ejército por esos delitos.