E

l caso movió a la realización de una exposición ante la Comisaría del Menor y la Familia de Concordia por parte de la familia del chico, que luego derivó en la intervención del fiscal Guillermo Mautone, el mismo que junto a su colega Tobías Podestá investiga el caso de los docentes y preceptores que en una escuela de La Criolla habrían ingresado a páginas de Internet con contenido pedófilo. El tenor de la denuncia motivó que el director departamental de Educación de Concordia, Saúl Dri, dispusiera un nuevo destino para la docente involucrada en la denuncia, y en su lugar se nombró a una suplente, que estará con los chicos hasta fin de año. Ahora, la maestra está ocupada en otras actividades, lejos de los chiquitos de primer grado, pero en la misma escuela. Su remoción, explicó Dri, no significa que haya tomado partido por la denuncia, sino todo lo contrario: dijo que hay demasiadas contradicciones en medio que cubre el caso de muchas dudas. Más aún: no hay ningún elemento que, por ahora, certifique la denuncia. “No hay ningún elemento de juicio que sostenga la denuncia. Pero decidimos sacarla del aula a la maestra para evitar exponerla a situaciones que podrían derivarse de esto. Nosotros esperamos que la Justicia aclare las cosas, y se sepa la verdad”, apuntó. A ese respecto, Dri espera que el fiscal Mautone avance con la investigación a partir de los elementos que aporte la pericia médica practicada al chico. Pero fue enfático en un punto. “Nadie está seguro de nada”, subrayó. Dri se entrevistó con la docente involucrada, con las autoridades de la escuela, con otros docentes, y hasta con la ordenanza, y nadie dice haber visto lo que la familia del chico denuncia. Tampoco el resto de los compañeros de primer grado avala la historia de la agresión que habría sufrido el alumno en clase. “El viernes por la tarde fueron a verme varios padres, y por lo que dicen, ninguno de los otros chicos dicen haber visto esto que se dice. Por eso confío en que la Justicia pueda llegar a aclarar todo esto. La docente, obviamente, está muy mal. Dice que no aconteció lo que dice el chico que pasó. Ella dice que no fue así. Está incluso el testimonio de una ordenanza que nos relató que pasó por el aula, y que no vio nada de eso. Pero la mamá y la abuela ratifican la denuncia”, afirma Dri. El funcionario insiste en aguardar un dictamen final de la Justicia, y mientras hace conocer sus dudas en torno al caso. “Es complejo y llamativo este caso. Yo no tengo ningún elemento de juicio en este momento que me permita tomar una decisión. Acá hay dos versiones que son muy disímiles. Uno dice que no y otro dice que sí pasó el hecho. La Justicia tiene que resolverlo”, plantea. La maestra acusada, de igual modo, ya se presentó con un abogado defensor a dar su versión ante el fiscal. Aunque no es el primer caso que involucra a una docente en un caso de violencia en Concordia. En la Escuela Nº 3 Domingo Faustino Sarmiento ocurrió otro hecho, según relató el dirigente del gremio docente Alejandro Marcone. De modo sorpresivo, comenzaron a circular fotos de una alumna con manchas en la cara, como si hubiera sido golpeada. De forma anónima se acusó a una docente por esos golpes. Pero el caso no llegó a tomar estado público ni tampoco se dilucidó. Todo quedó como había surgido, en medio de dudas, y en el más absoluto anonimato.