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umida en fuertes cuestionamientos vinculados a supuestas irregularidades cometidas en su gestión al frente de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), la rectora Graciela Mingo de Bevilacqua anticipó que presentará su renuncia el 10 de diciembre. Mientras tanto, siguen apareciendo voces que se alzan en su contra en la casa de estudios. Ahora el foco está puesto, entre otros aspectos, en la designación de unos 70 empleados administrativos a los que se les paga el sueldo a través de horas cátedra en la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales. Entre ellos, aparecen varias personas del entorno de la rectora, que tienen asignadas entre 12 y 36 horas que en la mayoría de los casos no estarían cumpliendo. Compras directas, procesos de titularización en las escuelas medias y recategorizaciones irregulares son algunos de los nuevos cuestionamientos que circulan por estas horas. También se insiste con adjudicarle un accionar de corte autoritario a quienes conducen la universidad y se acusa a Mingo de manipular petitorios, forzar los tiempos para intentar alcanzar la normalización y digitar concursos. Es en este contexto que la rectora dijo a la prensa que presentará su renuncia el 10 de diciembre, a la vez que responsabilizó “a algunos medios de comunicación que han empezado a decir que internamente hay una tormenta”. Defendió la realización de los concursos ordinarios y las pautas para definir recategorizaciones, y admitió que se pagan tareas administrativas y de maestranza con horas cátedra, aunque aseguró que se trabaja para la creación de los cargos para los empleados que están en esa situación. “Tengo un hijo que trabaja en la Uader desde 2004, cuando yo no era decana ni rectora. Además, tengo una hija que ha concursado dos concursos ordinarios y uno interino en una de las facultades, pero cualquier persona que tiene el título puede presentarse”, justificó Mingo acerca de cuestionamientos por nepotismo. “Quienes están en el anonimato y han sentido que en el proceso de normalización van a quedar afuera buscan presionar a través de los medios y desgastar mi figura. El 10 de diciembre presento mi renuncia. Si la misma es aceptada, pasaré a ser consejera superior y el proceso de normalización estará a cargo de otra persona. Si creen que tengo que llegar hasta la normalización, estaré velando por esta posibilidad”, comprometió finalmente. El miércoles en el ámbito de la universidad, un grupo de miembros de la comunidad educativa se dedicó a la recolección de firmas para elevar un documento pidiendo por la continuidad de Mingo al frente de la Uader ante la Comisión Bicameral de Seguimiento, Evaluación y Control de la universidad que integran senadores y diputados de todas las bancadas con representación.