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l cura Hugo Grimaux, párroco del Sagrado Corazón de San Jaime de la Frontera, decidió hacer escuchar su voz. Y lo hizo subido a la meseta en la que parece haber quedado la investigación en torno a la búsqueda del quinielero Juan José Pocho Morales, quien fue visto por última vez la noche del martes 30 de agosto, subido a su bicicleta roja, en la que recorría el pueblo levantando apuestas. La búsqueda, infructuosa, todavía no ha arrojado ningún resultado: nada se sabe de Morales, y lo peor, no hay ninguna pista que lleve al esclarecimiento del caso. Hasta ahora, han sido sus familiares y vecinos del pueblo los que han alzado su voz para mantener en el interés público el caso, pero ahora se suma una voz impensada: la del cura del pueblo. El sacerdote impulsó la firma de un petitorio que el lunes puso en manos de la fiscal Julia Rovira, de Chajarí, quien tiene en sus manos la investigación judicial. “Pedimos más seguridad para el pueblo, y un mayor empeño de la policía y la Justicia para el esclarecimiento del caso Morales. Nosotros hemos visto moverse a mucha gente en este caso, pero no sé si la investigación como tal avanzó también”, explicó, a modo de justificación. La respuesta al petitorio esperan tenerla para este martes, cuando habrá una nueva marcha y concentración en el pueblo para exigir la aparición de Pocho Morales. “De acuerdo a la respuesta que tengamos, vamos a ver qué decidimos hacer”, señaló. Pero antes, en declaraciones a FM Libertad, de Chajarí, había sido más explícito. “Si no nos dan bolilla, va a ver quilombo, vamos a empezar a presionar a quienes ya tendrían que habernos dado respuestas”, dijo el cura Grimaux. Detalles San Jaime de la Frontera, una ciudad del norte provincial que está a 10 kilómetros de Corrientes y a 300 de Paraná, se ha visto conmocionada por la desaparición de Pocho Morales, un personaje que todos conocían y todos apreciaban en el pueblo. Su rastro se perdió y no se volvió a tener noticias de él, a pesar de los esfuerzos investigativos de la Policía y la Justicia. En tono coloquial, el sacerdote habló públicamente y dijo: “Alguien me preguntó: --Padre: ¿y si no nos dan bolilla después de este petitorio?--. Yo le respondí con una expresión muy vulgar pero la ratifico: si no nos dan bolilla, va a ver quilombo, vamos a empezar a presionar a quienes ya tendrían que habernos dado respuestas, no queremos actos subversivos pero no podemos dejar que la injusticia siga estando primera en nuestro pueblo”. El cura espera que este martes estén muchos presentes en el acto que cada martes se realiza en San Jaime de la Frontera para exigir la aparición de Pocho Morales. “El día martes tiene que ser un día especial, esperamos que exista una respuesta que aclare todas las cosas, pero si no obtenemos lo que esperamos, vamos a sacar de adentro nuestro indio que estamos conteniendo, vamos a sacarlo afuera para que no existan más estas injusticias”. Apoyándose en la dilación y en la falta de pistas que lleven a un esclarecimiento del caso, sostuvo que “la justicia, cuando llega demasiado tarde, ya es una injusticia. Pongamos las firmas, no nos va a pasar nada, no van a llevar preso a todo un pueblo, en la agencia, en la Iglesia y en la Municipalidad va a estar la copia del petitorio para que firmen, esto es necesario para que el reclamo sea popular”, aconsejó.