S
egún se difundió oficialmente, los programas de construcción de viviendas rurales y por cooperativas, además de dar respuestas a necesidades concretas como la casa propia, generan 2.100 puestos de trabajo en Entre Ríos. “Con la Unidad de Programas Especiales hemos logrado una gran eficacia a pesar de que se trata del trabajo social más difícil porque hay que hacer una vivienda en zonas alejadas, que no es lo mismo que hacerla en una ciudad o en un pueblo, porque hay que cambiar la cultura de la gente haciendo que trabajen en conjunto. Y hemos sido eficaces al punto de convertirse en un nuevo modelo de gestión”, dijo el gobernador, Sergio Urribarri, luego de ser informado sobre los avances del programa. El coordinador del organismo, Daniel Irigoyen, señaló que el objetivo es “avanzar un paso más en las políticas de inclusión social, dando a los beneficiarios elementos que le permitieran en el futuro valerse por sus propios medios”. En este sentido, los programas prevén no sólo brindar trabajo, sino también el aprendizaje de oficios. El funcionario explicó que en consonancia con las políticas y programas nacionales, “el objetivo era avanzar un paso más en las políticas de inclusión social, dando a los beneficiarios elementos que les permitieran en el futuro valerse por sus propios medios. Creemos que de esta forma, se superaban los planes sociales de emergencia, que se implementaran a fines de atender la profunda crisis que padecía nuestro país”. “Esto se da notoriamente en el programa de Viviendas Rurales”, indicó. Además de las juntas de gobierno, colaboran Vialidad con el estudio del suelo, la Subsecretaría de Agricultura Familiar acompañando el proyecto productivo y gracias a lo convenido con Cáritas de la provincia, se logra la regularización del dominio de la propiedad.