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e la redacción de INFORME DIGITAL Lo que seguramente para muchos fue la concreción del sueño de la vivienda propia y para el inversor una buena oportunidad de negocios, para el propietario de una vivienda de calle Feliciano de Paraná se convirtió en una odisea que transformó su vida en un calvario. Los problemas empezaron entre marzo y mayo de 2008 con la construcción del edificio que, según contó Carlos Peltzer a radio f5, provoca hasta hoy fisuras en las paredes, daños en los revestimientos, filtraciones en los techos y aberturas que no cierran; situación que se ha ido agravando con el transcurso del tiempo. Peltzer hizo trámites judiciales y ante el Municipio, y si bien reconoció que lo han atendido, los tiempos judiciales y administrativos no son acordes a los padecimientos que vive la familia. “Estamos prácticamente impedidos del mantenimiento de la casa porque no podemos reparar nada sino solucionamos el problema de fondo”, enfatizó y afirmó que “esta casa y la familia está condenada por una obra que prácticamente está demostrado que está mal construida porque se ha fundado en una profundidad de terreno no apta para el peso del edificio”.