O
tra vez, los índices de la ONU dicen que Noruega es el país en el que mejor se vive en todo el mundo. En contraposición, el peor índice de Desarrollo Humano lo tiene la República Democrática del Congo. En el "ranking", la Argentina avanzó un lugar, al puesto 45, y sigue siendo segunda entre los latinoamericanos, por detrás de Chile. El Indice de Desarrollo Humano (IDH) es elaborado todos los años por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Es un índice compuesto que resume, a su vez, distintos indicadores referidos a nivel de ingresos y ahorro, salud, educación, desigualdad, pobreza e igualdad de género. Como el año pasado, Noruega encabeza el listado (con un IDH de 0,943, el máximo posible sería 1), seguido por Australia (0,929), Holanda (0,91), EE.UU., Nueva Zelanda, Canadá, Irlanda, Liechtenstein, Alemania y Suecia. En la lista, que incluye a 187 países -18 más que el año pasado-, la Argentina aparece 45 (con un IDH de 0,797), por detrás de Chile, que está 44, y entre los a los 47 países a los que el PNUD agrupa entre los de "desarrollo muy alto". Entre los latinoamericanos, siguen Uruguay (48), México (57) y Panamá (58). España ocupa el puesto 23, por delante de Italia y del Reino Unido. Los diez países que ocupan los últimos puestos pertenecen al Africa Subsahariana: Guinea, República Centroafricana, Sierra Leona, Burkina Faso, Liberia, Chad, Mozambique, Burundi, Níger y la RDC. Noruega sigue siendo primero si se usa el IDH-D, que tiene en cuenta las desigualdades internas, pero otros países experimentan descensos acusados, como EE.UU., que baja al puesto 23; Corea del Sur, del 15 al 32, e Israel, del 17 al 25. En ese ranking, Suecia y Dinamarca suben. "El IDH ajustado a las desigualdades ayuda a evaluar mejor los niveles de desarrollo para todos los segmentos de la sociedad, mejor que para el mítico ciudadano medio", señaló en un comunicado Milorad Kovacevic, responsable de las estadísticas del informe. "Sostenibilidad y equidad: un futuro mejor para todos", como se titula el informe de 185 páginas, revela además que la distribución de los ingresos ha empeorado en la mayoría del mundo y que América Latina sigue siendo la región más desigual, aunque si se aplica el IHD-D la superan el Africa Subsahariana y el Sur de Asia.