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ías después de que el ex presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, planteara una hipótesis de guerra con Argentina, y luego de un prolongado silencio, Cristina Kirchner aludió al asunto desde la ciudad de Gualeguaychú. Al referirse al conflicto bilateral por la plantera Botnia, que tuvo a esa ciudad como epicentro, Cristina recordó que Néstor Kirchner en 2006 "no quería decir ni una palabra que pudiera ser identificada como una agresión por los hermanos uruguayos". "Les digo a Pepe Mujica y a su esposa que tengan la tranquilidad que nadie puede confundir a esta Presidenta y mucho menos a los argentinos, que somos hombres y mujeres de paz", señaló luego de que Vázquez hablara de una eventual guerra con Argentina, en una polémica que terminó con el uruguayo fuera del escenario político de su país. La jefa de Estado afirmó la voluntad de recurrir "al derecho internacional, que es lo único que debe regir entre todos los países del mundo" y recordó que su marido finalmente "llevó el barco a buen puerto". Luego del duro cruce que, desde actos separados, la Presidenta protagonizó con el líder de la CGT, Hugo Moyano, la presidenta Cristina Kirchner volvió a marcar límites a los "dirigentes sectoriales". "Tenemos que entender como gobierno los reclamos de los sectores. Pero los dirigentes sectoriales deben entender que un presidente debe gobernar para los 40 millones de argentinos y superar sus intereses", señaló la Presidenta desde la celebración por el 228 aniversario de la ciudad entrerriana. Este lunes luego de los reclamos emitidos por Moyano en el acto que organizó en la sede de Azopardo, la Presidenta había pedido límites al sindicalismo. "Batimos récords en cuanto a generar millones de puestos de trabajo para fortalecer ese formidable organizador social que es el trabajo y para generar, también, dirigencias sindicales a la altura de las circunstancias. Sepan que los principales defensores de este modelo deben ser, precisamente, los que han conseguido tantas cosas", manifestó. Momentos antes, el camionero había señalado desde un acto que no contó con presencias oficiales que "si los gobiernos quieren prosperar, no se pueden divorciar de los trabajadores". Además, exigió viviendas y advirtió que los gobiernos no se pueden "divorciar" de los trabajadores. "Caldo de cultivo para el futuro" Por su parte, el gobernador Sergio Urribarri, valoró la presencia de la mandataria “a horas de un compromiso tan importante como el que todos tenemos este fin de semana”. Hablando de la actualidad de Entre Ríos y el crecimiento económico ya Tomás de Rocamora, fundador de Gualeguaychú, “le escribía en sus cartas a los virreyes que Entre Ríos iba a ser una de las provincias más importante de las Américas. Y lo está siendo, de la mano del gobierno nacional, con el trabajo de todos los entrerrianos”. El gobernador mencionó algunos ejemplos en ese sentido como los dos puntos más que Entre Ríos creció por sobre la media nacional, el incremento de las exportaciones, el turismo y la fabricación de cosechadoras a 70 kilómetros de Gualeguaychú. “Todo esto muestra que de ser una provincia pastoril, Entre Ríos se convirtió en un gran complejo agroalimentario y agroindustrial que le da trabajo genuino y decente a miles de entrerrianos”, aseguró Urribarri. “Gualeguaychú es una ciudad que nos conmueve por su historia y nos moviliza al futuro por su calidad institucional y personalismo. Aquí hay caldo de cultivo para el futuro, ese futuro que usted, señora Presidenta, está construyendo en esta Argentina floreciente”, sostuvo el mandatario. Finalmente, valoró nuevamente la visita a Cristina Fernández y dijo que espera “verla muchas veces más en los próximo cuatro años. Sigamos cambiando este país con el federalismo de los recursos que dejó atrás el federalismo de los discursos cuando presidentes y gobernadores dejaban a la Argentina profunda rezagada”.